El ser humano, desde su origen, ha vivivo en contacto con la naturaleza y poco a poco ha comenzado a conocerla y a utilizarla, en busca de cuevas donde vivir, frutos para alimentarse, agua para beber, sociedad que destruir, animales que maltratar, etc. De esta forma descubrió la sucesión de los días y las noches, el fuego y obviusly las sirenas y tritones, quienes en el fondo del mar poseían una vida tan aesthetic como la nuestra. Salían a pistear, a culear, a loquear y Apple, Inc. se las ingenió para fabricar un nuevo modelo de iPhone exclusivo, destinado a esta especie marina. El nuevo dispositivo tuvo un gran impacto en la población del fondo, convirtiéndose de forma inmediata en la furia del momento. Incluso se reportaron casos de sirenas y tritones con cuentas en Only Fans y Spotify. Nah, no me crean, nadie tenía Spotify, jaja, saludos.

     Con el pasar del tiempo, los mitad peces –envueltos en la excitación de estar a la moda con la chaviza–, forjaron una de las tradiciones más trascendentes en la historia de la humanidad: cuando las sirenitas y tritoncitos cumplían sus quince primaveras, los padres hacían lo posible, lo no posible y lo imposible para regalarles un iPhone Mermaid Aqua, con la condición de tener buen comportamiento, excelentes notas o ser el hijo preferido, en caso de tener hermanos. Era algo común ver a los adultos salir a la superficie, visitando tiendas, centros comerciales y hasta los tianguis con tal de complacer a sus retoños. Sin embargo, la familia Kim jamás hizo algo semejante con su hijo mayor.

     Kim Taehyung se llamaba y como de seguro supones, sí, quería un iPhone. A sus veinticinco poseía todo en contra: no tenía quince, tampoco una buena disciplina y representaba al típico faqboi –perdón, faqtritón– que colea y se va. Los señores Kim, en conjunto con la abuela, decidieron no obsequiarle siquiera un pendiente hasta que cambiara de actitud, la cual empeoró en vez de mejorar, revolucionando sentimientos de rebeldía en Kim que antes no estaban. Mientras tanto, Jisoo, la niña modelo y hermana menor de Tae, recibía su iPhone Mermaid Aqua incluso antes de la edad correspondiente. Taehyung burbujeó de furia y se irguió, envalentonado, listo y dispuesto a partirle la madre a cualquiera.

     — ¡Esto es muy injusto! —chilló el pelinegro volviendo sus manos puños. La cola, larga y brillante, se mecía de un lado a otro formando un pequeño remolino, soltando algunas escamas en el proceso. Auch, doble auch. Abuela, padres y hermana se giraron a mirarle con una ceja arriba, inspecionando el berrinche del hombre y encongiéndose de hombros más tarde. Siguieron en lo suyo y Kim Taehyung sólo pudo sentirse mal al ser privado de algo que la chaviza tenía, que todos los de su trabajo tenían y que para rematar, su hermana de catorce años tenía. Gritó, con la cara roja, los ojos brillantes y la mandíbula apretada. Nadie lo notó y huyó en chinga a su cuarto, derramando lágrimas de gema en el proceso.

     Pasó un buen tiempo con la cabeza enterrada entre los almohadones de algas, quejándose y gimoteando como un bebé. Negó, dando un respingo ante la actitud patética que estaba tomando y nadó hasta la pequeña ventanita en la pared, entonó una melodía, atrayendo a un pez mensajero –si hubiese tenido un celular no pasarían estas cosas– y garabateando un mensaje en una hoja verde oscuro, la colocó en la aleta dorsal del cosito y lo envió a visitar a sus besties, convocándoles a una reunión.

     Ese día algo cambió dentro de Lotso, decidiendo tomar el camino fácil no tan fácil para conseguir su iPhone Mermaid Aqua, cueste lo que cueste. Tanto así, que hizo venir a sus besties desde sus respectivas casas para charlar sobre el tema e idear un plan que por lo menos no sonara estúpido. Cuando los tres chicos restantes llegaron, pegó el grito en el cielo (bueno, en el techo de su cuarto) y sus mutis le observaron como si le hubieran salido dos piernas.

     — Taehyung, pasa contexto —exigió el príncipe Seokjin, levemente confundido. Sus labios azules esbozaron una mueca contrariada y levantó el índice para objetar—: Y no tengo por donde meterla, aviso.

「 H2O: JUST ADD IPHONE! 」kooktae.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora