[3] La Princesa del Rayo [Reiniciada] [4]

Capítulo 5

Las estrellas eran hermosas.

Sintiendo el frio suelo en su espalda, ella le murmuró a la nada.

Aún ahora las estrellas fugases aparentemente seguían titilando.

El cielo se veía profundo y distante, como lo era siempre.

No era algo que se pudiera alcanzar con tan solo extender la mano. Pero de todas formas, su maltratado cuerpo, que yacía en el frío suelo, no tenía la fuerza para levantar su brazo.

Las ropas escolares blancas que llevaba estaban desgarradas. Las blancas mejillas y el rojo cabello carmesí estaban cubiertos con tierra. Ya hace rato que el cuerpo había perdido sus funciones. Expuesta a la luz de la luna, no pasaría mucho antes de que su conciencia también desapareciera.

Se estaba hundiendo hacia su muerte.

Aun cuando las estrella eran hermosas, la luna era enceguecedora.

...Como si estuviera cayendo.

Ella odiaba la luna, pero también odiaba a cierta rubia que mató a su familia. Como no quería nada de su brillante luz, arrastró su brazo moribundo para cubrir sus ojos.

De las esquinas de sus ojos cayeron frías gotas que rodaron hasta sus mejillas.

Súbitamente, el viento sopló. Fue tan sutil como para hacer revolotear su vestido, pero lo suficiente para que él notara que alguien estaba ahí.

-¿...Quién está ahí?.

El brazo que cubría sus ojos se deslizó a su pecho, y una débil pregunta se escuchó.

Un gran sombrero interceptó la luz de la luna. La persona parada a su lado era de hecho una mujer rubia de ojos violetas. Un lujosos vestido negro con medias por debajo. Cabello dorado claro atado en una cola de caballo. Su edad parecía ser de 25 años. No, ...podría tener entre 26 o 27 años de edad. ¿No tenía ella un sombrero también?

El espectáculo sucedía ante sus ojos, aun así los detalles eran borrosos e incomprensibles.

La única cosa segura era que la mujer llevaba enormes listones, similares a las de una bruja. También tenía ojos violetas.

La mujer miró a la distancia y murmuró para sí misma.

-...Pronto nacerá.

Fue una voz de mal agüero, pero contenía una extraña clase de afecto. Como si supiera que era el inicio de algo a punto de nacer.

Ella entendió lo que ella dijo. A pesar de que ese algo no había dio explicado, ella supo a lo que se refería. Eso tenía que ser destruido por sus propias manos a como dé lugar.

La mujer, que tenía la esencia de flores a su alrededor, lentamente volteó hacia ella para encárala.

Un par de ojos violetas profundos la miraron desde lo alto. Una mirada fría muy distinta a la de una joven, pero similar a la luz de la luna.

Ella reconocía esos ojos. Se encontraba en sus recuerdos distantes de no hace mucho. Pero ese recuerdo rápidamente desapareció, como una flor congelada rompiéndose en pedazos.

-Señora Heroína.

Los labios de la mujer dijeron algo en tono burlón.

-¿Te gustaría convertirte en una heroína de verdad? Y ¿vengar a tus compañeros caídos?

El viento sopló a través del cabello de la mujer.

Para ella, fue el momento de su fin y de su comienzo.

Acto seguido, un estruendo se escuchó a la distancia.

Gradualmente se escuchó más fuerte y violento, sacudiendo el cielo nocturno y la tierra... y se convirtió en el rugido de una bestia que retumbó por todo el mundo.