"Estuve en la oración árido y distraído; en la Comunión estuve..." [07/XII/2021]

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"Estuve en la oración árido y distraído; en la Comunión estuve recogido; luego tuve muchas lágrimas; recuerdo que rogaba mucho a Jesús que me hiciese humilde en sumo grado; deseaba ser el último de los hombres, la hez de la tierra, y pedía a la Santísima Virgen que me alcanzase esta gracia con muchas lágrimas; recuerdo que dije a mi Jesús, que me enseñara cuál es el grado de humildad que más le gusta, y sentí que me decía al corazón: "cuando te arrojes en espíritu bajo los pies de todas las criaturas, hasta bajo los pies de los demonios; eso es lo que más me agrada".Tengo entendido, en efecto, que al abajarme basta el infierno es cuando Dios levanta hasta el Paraíso; porque así como el demonio cayó en lo más profundo del infierno por quererse levantar a lo más alto del Paraíso, así, viceversa, el alma que se humilla hasta el infierno hace estremecer al demonio, lo confunde, y el Sumo Bien la ensalza hasta el Paraíso; sé que todo es cosa de mi Dios; a El sea por siempre el honor y la gloria. Amén."

Diario Espiritual, 30/XI/1720, Pablo de la Cruz (Santo)

Comentario

La humildad es la puerta estrecha que conduce hasta la salvación, la soberbia es la puerta ancha que conduce hasta la condenación. Jesucristo entró por la puerta estrecha de la humildad, el demonio entró por la puerta ancha de la soberbia. Jesucristo se humilló hasta el fondo y fue levantado hasta lo alto, se humilló hasta el Infierno y fue levantado hasta el Cielo; el demonio se levantó hasta lo alto y fue humillado hasta el fondo, se levantó hasta el Cielo y fue humillado hasta el Infierno.

Nosotros estamos en la escuela de Jesús, somos cristianos, hemos tenido un encuentro con Cristo. No se puede ser cristiano sin seguir a Cristo, no se puede ser cristiano sin imitar a Cristo, no se puede ser cristiano sin configurarse con Cristo. ¿Quieres ser cristiano? Seguir, imitar y configurarse con Cristo. Se trata de vivir por Cristo, con Cristo y en Cristo. Esta es la escuela de Jesús: seguir, imitar y configurarse con Cristo; es decir, vivir cada día, cada hora, cada segundo por Cristo, con Cristo y en Cristo.

Jesús quiere para todos y cada uno de nosotros la preciosa virtud de la humildad; pues, así como Él la vivió, desea que todos y cada uno de nosotros la vivamos también. Para que, así como Jesús se humilló hasta el fondo y fue levantado hasta lo alto, se humilló hasta el Infierno y fue levantado hasta el Cielo; así también todos y cada uno de nosotros nos humillemos hasta el fondo y seamos levantados hasta lo alto, nos humillemos hasta el Infierno y seamos levantados hasta el Cielo.

Diario Espiritual, San Pablo de la Cruz (30 de noviembre de 1720)

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