Regresando Con Mi Baka

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-Est-taas bien N-naruto-kun-dijo tímidamente Hinata.

-Si solo estaba pensando en que le debo dar de cenar a mi mascota- contesto incómodo Naruto el odiaba sentir ese sentimiento amargó que provenía de su amigo y no poder hacer nada para ayudarlo.

-O hablas de ¿Kumara? El zorrito que le diste a Sakura- dijo el Inozuca tratando de cambiar de tema evadiendo los sentimientos dolorosos de su pecho

-Hai, y es Kurama- respondió con una sonrisa el rubio.

-E-nn ver-ddad se lo regalaste a ss-akura-san- dijo tímidamente Hinata.

-Si, me encanta regalarle cualquier cosa, por qué no importa lo insignificante que sea siempre que logré sacar esa hermosa sonrisa de sus labios es lo mejor- dijo Naruto comenzando a divagar entre sus pensamientos.

-Hablas como un viejo de cuarenta años- se burló Kiba.

-Vamos amigo te daré un consejo para la próxima señora Inozuca- dijo Naruto pasando uno de sus brazos por los hombros de kiba.

-Claro tu dándome un consejo amoroso a mi- se burló el Inozuca indiferente.

-Se que me lo agradecerás, pero solo apoyala como siempre lo has echo y no dudes en arriesgarte- menciono astutamente Naruto mientras miraba como la vista de Kiba se mantenía mirando a cierta Hyuga que estaba concentrada en no derramar ni una sola lágrima o síntoma de debilidad.

-En fin nos vemos o Kurama va a destrosar mi preciada cocina de nuevo- se despidió el Uzumaki con su típica sonrisa acelerando su paso.

-¿Adiós?- dijo confundido Kiba mientras Hinata seguía en modo tieso.

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Habían pasado solamente dos días desde que el Uchiha tenía el sello de la ceguera y se estaba frustrando, más al no poder hacer absolutamente nada y para el colmo la Hokage le había puesto un castigo adicional no podría usar Chakra por dos días.

Fue desde ese instante en el que dejó de sentir su Chakra cuando esas dulces y atemorizantes voces lo comenzaron a atormentar como si fueran fantasmas o recuerdos de alguna vida pasada, todas las noches soñaba con lo mismo.

Esa mujer a la que no lograba ver bien, solo sabía que tenía largo cabello rojo al igual que sus ojos solo que estos eran resguardados por un par de lentes, también a su alrededor había cuatro personas más niños tal vez estos tenían cabello negro era lo único que podía diferenciar.

Los cinco estaban pasando el rato en el patio de atrás de una casa, los niños jugaban entre ellos peleando y riendo como si no hubiera ningún mal que los atormentara, el comenzó a charlar con la mujer pelirroja aunque no podía escuchar que se decían parecían charlas amigables todo era perfecto hasta que las alarmas en toda la aldea comenzaron a sonar.

La primera barrera que protegía a la aldea se había roto y la alarma con luces verdes sonaron por todos los rincones de la aldea llamando a todos los ambu y Jounin. El tubo que ir rápidamente los niños miraron a los mayores y estos les dijeron algo antes de correr a las puertas de la aldea.

Luego el panorama cambiaba rápidamente todos peleandondo contra extrañas personas pudo distinguir entre las otras personas una mujer hermosa de cabello rosado quien identifico como su compañera Sakura también buscaba a su otro compañero pero no lo encontraba fue hasta que alzó la vista al cielo y hay estaba Naruto rodeado de un aura roja con nueve colas peleando con varias de las pálidas personas.

Luego cambio a un paisaje todo destruido miro la aldea pero solamente era un cráter que era bombardeado un sin fin de veces miro atrás de él y su amigo rubio estaba luchando con más de doce personas pálidas sin contar con las que los demás estaban luchando pudo ver cómo uno de los niños que estaba antes con el en el patio luchaba con todas sus fuerzas contra una de esas personas al igual que un niño rubio.