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Courtney estaba mareada, parecía que recién le afectaban los efectos de su tercer noche, y no solo eso, además también estaba cansada.

Tomo su teléfono y marco su número.

—¿Duncan?— del otro lado de la línea se escuchó un bostezo— Hola, hoy no saldré. Me siento mal.

—¿Estás bien? ¿Necesitas ayuda o algo?— ella sonrió ante la preocupación.

—No descuida, solo es cansancio.

Okey, ... ¿quieres que vaya?— eso le pareció tierno, el chico no parecía alguien de esos tipos incluso al principio pensó que era un maleante.

Solo por el piercing y el teñido.

—Si, pero más tarde, ahora solo quiero dormir.

Bien, yo haré lo mismo. Luego iré, veamos unas películas, comamos algo y... — un bostezo lo interrumpió.

Courtney río un poco— Primero descansa, nos vemos luego.

Y corto, busco algo de ropa y se dirigió a bañar, tomaría una larga ducha en su bañera. Necesitaba pensar lo que fue de sus últimos días y pensar en Duncan, ¿por que?.

Porque Duncan ya no era un extraño y porque Duncan era lo único que recorría su mente.

Sumergió su cuerpo desnudo, primero una pierna y luego lo demás, sentada entre el agua, iba a gozar esa ducha con un cigarro en las manos.

Le dió una calada y luego soltó el humo, ese era su vicio secreto.

Duncan...

Solo lo conocía de días pero ya se ganó su confianza, el era alguien divertido, atractivo y alguien que también confía en ella, lo sabía.

Últimamente se había empezado a sentir extraña, ayer lo había besado y cuando apenas se conocieron le tomo la mano, ella no hacía eso.

Así que rápidamente supuso que estaba enamorada, no enamorada de pasión sino más bien atracción, porque ella empezó a desearlo...

Desear ser tocada por él, desear estar con él y desear sentirlo.

Ese último pensamiento la hacía morir de vergüenza, nunca había pensado de esa manera.

Courtney no era virgen... Eso ella misma lo sabía.

—Dios...— salió de allí, ya llevaba un buen rato perdida en sus pensamientos, se cambió y limpio un poco el lugar.

Luego de dormir una larga siesta la puerta fue golpeada, ya era hora. Él estaba ahí.

—Hey! ¿Que tal?— la saludo mientras pasaba— Compré unas botanas y alquile películas de terror.

Dejo las bolsas en la mesita y se tiró en la cama. Así era su nivel de confianza.

—No solo de terror— comento divertida mientras veía los empaques— ¿Es enserio? ¿Titanic?.

—Jack se retuerce en su tumba al escucharte.

—Jack no tiene tumba, está bajo el agua— y no pudo evitar reír al ver la cara del chico, este la miraba con ojos bien abiertos como si le dijera "No ves que está muerto, déjalo en paz".— Jaja.

Prepararon todo y se puesieron a ver las películas, primero una de terror, "El payaso asesino", luego "La llorona y finalmente "Titanic".

El ambiente se puso calido cuando empezaron a pasar las escenas sexuales.

Duncan se acerco a ella y paso su brazo por sobre sus hombros, ese fue el único acercamiento de la noche.

Luego de que terminó limpiaron todo y el se fué, no sin antes prometerle volver mañana está vez para cocinar y estrenar un ambiente familiar en ese departamento.
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Sweet-Danielle

Locura | Ducney |Where stories live. Discover now