❆ 𝓐 𝓹𝓮𝓻𝓯𝓮𝓬𝓽 𝓰𝓲𝓯𝓽 ❆

∘◦ Copos de nieve en Okinawa ◦∘

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Ambos estaban sentados en aquel parque, Langa colocaba las llaves en su nuevo regalo, mientras Reki probaba una de las galletas horneadas por Langa.

- ¡Wow! ¿Has pensando en abrir tu propia tienda de galletas? Están deliciosas, incluso más que las de mi mamá - comentó Reki impactado.

- Gra-gracias - respondió Langa sonrojado - Reki... Realmente quería comprarte algo mejor, soy muy malo expresándose y por lo mismo quería darte algo que demostrara todo mi agradecimiento, desde que comencé a vivir aquí en Okinawa mis días han sido increíbles gracias a ti, cuándo perdí a mi padre, no pensé que volvería a sentirme feliz nuevamente, hasta que te conocí, gracias por ser mi amigo Reki - Langa se percató que habló demás - y feliz navidad.

- ¿No era que eras malo expresándote? Lo que dijiste fue hermoso, gracias Langa y feliz navidad para ti también - respondió Reki con una tierna sonrisa.

El tranquilo parque de comenzó a alborotarse, la gente comenzó a salir de los edificios y casas cercanas, los niños gritaban emocionados mirando al cielo.

- ¿Qué está sucediendo? - Langa miraba curioso.

- Langa... Nieve... - Reki se levantó y estiró una mano con la palma hacia arriba, en la cuál cayó un copo de nieve - ¡Está nevando en Okinawa!

Muchos de los habitantes de aquella isla tropical jamás habían visto o tocado la nieve, era todo un acontecimiento para Okinawa, para Langa era algo muy usual en Canadá pero al ver la felicidad de las personas y en especial la de su amigo, lo hacía sentirse alegre.

- ¿Sabes Langa? La primera vez que te vi patinar contra Shadow, fue como si hubiera visto copos de nieve al tu alrededor, fue hermoso y desde ese día no pude apartar mi mirada y mi atención de ti, te volviste alguien fascinante para mí, pensé que era admiración, luego pensé que simplemente era una fuerte amistad, pero resultó ser otra cosa...

- ¿Qué cosa?

- Amor... Langa me gustas - dijo Reki quién miraba al cielo, cerró sus ojos y comenzó a sentir los copos deshaciéndose en su rostro - Ahora que lo pienso, para mí está sería la segunda vez que veo copos de nieve en Okinawa.

Langa estaba sentado inmóvil, sólo se limitaba a mirarlo con la boca abierta.

- ¿Yo te gusto? - Langa no podía creer lo que acababa de escuchar - Reki... Me siento de la misma manera, yo pensé que esto jamás podría ocurrir, sólo en mis sueños.

Langa se levantó rápidamente y abrazó a su amigo.

- ¿No te incomodó lo que te dije recién? - preguntó Reki nervioso.

- ¡Jamás! Tú igual me gustas Reki y mucho... Tanto que dolía el pecho al ocultarlo.

Permanecieron unos minutos abrazando mientras la nieve se acumulaba en sus cabezas y hombros.