Moony

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El miedo acunado en el corazón de un niño era palpable esa tarde de octubre. No era el mejor de los días, el cielo permanecía nublado, anunciando amenazador alguna tormenta y el ambiente gris le robaba vida al paisaje. Allí en medio del bosque, la fría brisa adormecía la piel, las raíces de los árboles sobresalían como si tuvieran un impulso ansioso de agarrarte por el abrigo y llevarte a las profundidades. Eso y ni mencionar el horrible sonido de las hojas y pequeñas ramitas crujiendo en cada paso dado, un perfecto cuadro de terror, el pequeño Remus sabía que tendría que acostumbrarse a ese lugar, pues tendría que recorrerlo más a seguido con su nueva condición.

Dando pasos rápidos pero firmes intentaba alcanzar a su madre ....

-Remus ven, ven aquí rápido, - la amable voz de Hope Lupin lo llamaba desde unos pasos adelante junto a un gesto de sus manos-, Remus, no debes quedarte demasiado atrás. Vamos sigue adelante, donde yo pueda observarte jovencito.

El niño obedeció enseguida, la petición de su madre había sido un gran alivio para su corazón, algunos cuervos le estaban dando sustos de muerte con cada graznido.

-Mira allá Remus, -la mujer apuntaba con su dedo hacia un gran grupo de cuervos negros que jugaban entre sí sobre unas ramas secas, - No hay razón para temer, son criaturas inteligentes y astutas, aunque demasiado tramposas también.

-No creo que sean tan inteligentes, parece que no tienen idea de cuándo callarse... -murmuró el niño por lo bajo.

-Será porque aquellas aves, sí que tienen mucho por contar. - Hope, era de esas personas a las que se suele llamar transparentes, en su mirada se podía distinguir con claridad la bondad de su corazón. Era una mujer particularmente imaginativa y sensible.

A diario se reprochaba a sí misma; porque a pesar de tener una mente abierta y de gran imaginación, jamás pudo prever lo que ese ser despreciable fue capaz de hacerle a su niño, a su Remus. Y puede que ser muggle no era de mucha ayuda.

-No me quiero quedar aquí, má, no de nuevo. –Reprocho el pequeño, con la vista baja.

La mujer se inclinó a la altura de su hijo, lo tomo de su carita, buscando encontrar su mirada. Aunque la pena y el pesar la invadía, era una medida de seguridad, para ellos, para su hijo.

-Remus, mira yo voy a venir por la mañana, lo juro, así el mundo esté siendo invadido de zombies, tomaré un bate, golpearé a todos y vendré por ti, ¿de acuerdo? –Le prometió mientras sostenía unas pequeñas manos entre las suyas.

-Pero... ¿Por qué tengo que quedarme aquí? –Había tantas cosas que un niño de 8 años aún era incapaz de comprender, como si de repente una enorme carga le fue colocada; una que talvez nadie quisiese llevar. -Podrías encerrarme en la cochera y papá pondría hechizos de aquellos que él sabe, así como las veces pasadas...

Homenum Revelio  [Wizarding World Headcannons]Where stories live. Discover now