Me giro y entro en la cabina. Bryan entra detrás de mí y el tal Joaquín también.

— Menudos melones tiene la pelirroja ¿La has visto? —Joaquín le dice a Bryan, mientras le da un codazo.

— Sí, claro, esas tetas las han visto hasta los de la limpieza del aeropuerto.

— ¿Es tan golfa como me han dicho?

— Mucho más. Se ha tirado a todo ser heterosexual de la plantilla. Bueno menos a Javi. —Me giro y le veo que me señala.

— No es mi tipo. —No necesita mayor información. Sé que soy algo cortante pero, la verdad, es que me da igual.

— ¿En serio? ¿No es tu tipo? Pero si está tremenda. Me habían dicho que estabas soltero. ¿Eres gay? —otro cotilla de mierda. ¿por qué la gente no se mete en su vida? ¿tan aburridos están?

— Estoy soltero Joaquín, no soy gay, pero no me van los rollos en el trabajo.

— Ni fuera de él —Bryan se ríe.

— Buff, pues tú te lo pierdes —Ese es el nuevo.

A ver, no me importa que la gente sepa que yo no soy el típico piloto que se tira a todas las mujeres que se encuentra. Eso se lo dejo a Bryan. ¿Pero por qué siempre me cae la pregunta de si soy gay? O te tiras todo lo que tiene falda o eres gay. Ya está.

— Mejor, más para los demás. —Bryan se ría.

Entra la azafata que se hará cargo de nosotros durante el vuelo. Me levanto y le tiendo la mano. Es muy guapa, pelirroja, pequeñita, de ojos marrones. Claramente está operada de los pechos. Parece que va a explotar la blusa. Pero parece simpática.

— ¿Comandante? —ella toma mi mano con seguridad y una sonrisa en los labios —Soy Gema García. A su servicio —me hace una reverencia, como si estuviésemos en la edad media o algo así.

— ¿Se ríe de mí, señorita García? —le retiro la mano.

— ¿Qué? —se queda seria de golpe —No, no, yo...

— Tranquila —Le doy un golpe en el hombro —Es una broma. Llámame, Javier.

Ella resopla, se había puesto pálida. Pobrecita. Siempre igual. Vienen, me vacilan, los vacilo y a otra cosa. Veo por el rabillo del ojo como los otros dos la miran con lascivia. Vaya par de salidos, aunque es de la que deben haber estado hablando antes. La que ha pasado por todos.

— Quiero agua en la cabina, dos botellas, que vengan ya abiertas por favor. La dejas allí —señalo un lateral con unas bandejas para el caso. —De comer no quiero nada antes del vuelo, pero mi comida está rotulada con mi nombre en la nevera 3 del fondo. tráemela en... — miro mi reloj — cinco horas. Si necesito más la llamaré.

Ella me mira fijamente. Asiente con la cabeza.

— ¿Siempre es así? —Le pregunta la pelirroja por lo bajo a Bryan

— Te he oído, ¿sabes?

Se queda blanca. Se calla y apunta lo que quieren mis compañeros. Sale por la puerta. Bryan se parte de risa.

— Deberías ser más agradable con los chavales. Algún día, te van a escupir en la comida. —Bryan me conoce bien y sabe lo escrupuloso que soy a veces. No siempre soy escrupuloso. Solo con la gente extraña.

— Gracias, me das la tranquilidad que necesito para el viaje.

— ¿Lleváis mucho viajando juntos? —Vaya, parece que Joaquín va a ser, "el cotilla" oficial este viaje.

Enséñame a volarWhere stories live. Discover now