Capítulo 29 - Colapso

Start from the beginning
                                    

—¿Por qué no estuviste ahí cuando desperté? No tiene sentido. ¿Por qué me abandonaron?

—¡Porque lo hiciste en el peor momento posible! Cazadores llegaron sin avisar. No se encontraban del todo contentos con mi conversión y no sabían de ti ni del demonio. Tuve que fingir que yo lo tenía. Tuvimos que enfrentar un proceso y tú saliste de la cueva. Regresaste a casa sin que pudiéramos movernos para no levantar sospechas.

Anne sabía que todo iba a colapsar, sabía que no ibas a poder controlar tu sed. Escapamos y me mandó lejos para protegerme, me prometió que iría por ti y nos encontraríamos en Londres.

No volví a saber de ella. ¿Sabes cuánto sufrí por ambos? Luego me enteré que la asesinaron y del incendio en tu casa. Fueron tantos días miserables preguntándome dónde estabas porque sentía que estabas vivo pero no había nadie que lo confirmara —añadio. Hubo un silencio, Jack parecía otra persona, su expresión firme y altanera había caído. Parecía deshecho ante todo lo que Aina le contaba.

La mandíbula de Solange había caído tanto que la había dejado abierta. No podía creer lo que escuchaba. ¿Qué carajos? Sentía que le faltaba MUCHO contexto, ¿dónde demonios podía leerse tal novela?

—Yo tampoco sabía que estabas viva, Aina. ¡Mi vida sería completamente distinta de haberlo sabido! —dijo Jack.

—Tu vida...¡¿TÚ VIDA? ¿Para qué? ¿Para quitarte la culpa? — chilló, sus párpados se enrojecieron irritados —. Tienes toda la mierda que mereces. ¿Cómo te atreves a siquiera pensar que no intenté contactarte? Después de unos meses de caminar por casi todo el país buscándote, te vi. ¡No sabes la felicidad que sentí! ¡Era lo que había pedido excepto por el detalle de que te enredabas con una prostituta!

La mandíbula de Solange hizo lo imposible y cayó más. Le había dejado en tanto shock que hasta le dio palmaditas a la rodilla del vampiro a su lado, como si fueran amigos de toda la vida y quisiera que se fijara en el momento más revelador de una película.
Al voltear a verlo notó que el mismo vampiro estaba metidísimo en el drama que se desenvolvía frente a ellos, él entonces le tomó la mano que golpeaba su rodilla y hasta asintió de forma bastante humana sin quitar la vista de lo que sucedía.
Solange le apretó la mano. Seguro lo mataría después pero hasta ese momento, el enlazar dedos con vampiro número uno, había sido el contacto más intimo que había tenido por meses.

—Estabas feliz y luego te escuché hablando de la chica de tus sueños. Me alejé, no podía soportar el dolor. Decidí darte tiempo para que olvidaras y te seguí hasta Italia. Tenía esta obsesión por espiar en tus sueños, tan poco significaba para ti que jamás te diste cuenta del vínculo que compartimos. Vi como de tus recuerdos cada vez se borraba más y más mi rostro, hasta que quedó solo una silueta.
La chica de tus sueños por otro lado— dijo con odio hacia Catrina— desde que empezaste en la Corte se negaba a aparecer ante ti, pero te forzabas a recordar cada detalle sobre ella cada noche.

Pasé dos siglos viendo eso. ¿Puedes culparme? ¡Mi amor se convirtió en amargura! No podía presentarme de pronto así, estaba condenada a vivir como tu sombra, y aunque internamente te odiaba por no pensarme, jamás intenté atentar en tu contra pues muy en el fondo creí que tal vez lo harías, que me recordarías, así como el amor que te tuve y pedirías que un milagro me trajera de vuelta a ti— volvió a reír, esta vez dolorosamente—. Todo este tiempo lo esperé, cada día de mi vida inmortal.

—Lo sien...

—Sí, lo sentirás—espetó Aina y ante el silencio, continuó —. Saliste de la Corte y todo se desmoronaba. Empezabas a resignarte sobre los sueños, te forzabas a olvidar, pero entonces llegó ella. ¡Es como si la vida misma me escupiera en la cara! ¿Cuáles eran las posibilidades de que se materializara un estúpido sueño que tuviste cuando vivías?
Sabrás que me regocijé cuando pensé que la habías asesinado en el parque, pero entonces actuaste. ¡Tenías que hacerlo!
Quise destruir su cuerpo en cuanto la dejaras sola en la cripta —tomó unos segundos para decir lo siguiente —. Pero entonces vino a mí la perfecta venganza, hacer que ella misma te asesinara. Esperé a ese momento. Le iba a dar tu nombre, pero todo pasó muy rápido, dudé y me marché. Aún te amaba Jack.

SolangeWhere stories live. Discover now