Karaoke

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No me había dado cuenta que ya era de tarde, como no había almorzado decidimos ir al centro de la ciudad a comer algo. Luego recorrimos todas las tiendas del sector aunque a Andrés no le gustó mucha la idea tuvo que acompañarnos y evitar que desperdiciemos nuestro dinero en ropa y zapatos.

Después fuimos al Play – Zone donde pasamos la mayor parte de la tarde hasta que se oscureció. Al caer la noche a Allison se le ocurrió la brillante idea de ir a un bar-karaoke para que pueda sacar toda la rabia que he ido acumulando, a fin de cuentas acepté ya que parece divertido.

Cuando llegamos un chico que cantaba horrible estaba subido en el escenario, la canción era “Livin’ on a Prayer” de Bon Jovi, definitivamente mató la canción. Nos sentamos en la barra, Allison y yo ordenamos unas margaritas mientras Andrés ordenó whisky.

Nos burlamos un rato del pobre chico que estaba cantando el cual parecía ya estar borracho, al llegar nuestros tragos Allison comenzó la conversación diciendo – Ya que estamos aquí creo que deberíamos pasar uno por uno al escenario comenzando por Valery – puse los ojos en blanco y le dije – Más tarde quizás.

Andrés dijo – Entonces deberíamos hacer pequeñas apuestas para distraernos un rato – a lo que digo – ¿Cómo cuáles? – se quedó mirando a las personas en el bar mientras Allison esperaba con ansias para saber de qué se trataba su pequeño jueguito.

Cansada del suspenso digo – Ya dinos de qué se trata – a lo que él me responde – Tranquila, por ejemplo, ese tipo que está allá lo ves – observo al tipo al que está apuntando con el dedo y le digo – ¿Qué con él?

– Apuesto a que en menos de tres minutos se cae – dice Andrés

– Tú no puedes saber eso – dice Allison

– Ese es el chiste de las apuestas, simplemente juegas con las probabilidades y tratas de acertar para ganar dinero – le responde Andrés

– Hay un problema – le digo

– ¿Cuál? – me pregunta Andrés

– No tengo mucho dinero que digamos – me detengo por un momento y continúo – ya saben por ese estúpido viaje

– ¿Y si ganas? – dice él tratando de persuadirme

– ¿Y si pierdo? – no quiero arriesgarme

– Si no quieres hacer eso entonces ¿Qué hacemos? – dice Andrés dándose cuenta de su derrota

– Creo que llegó la hora de cantar – dice Allison emocionada

– ¿Quién comienza? – dice Andrés expectante

– Yo – digo, el karaoke es una manera saludable de expresarme

Esperamos a que la persona en el escenario termine de cantar, ya me estaba arrepintiendo de mi decisión pero Allison y Andrés no me van a dejar dar un paso atrás así que no tengo alternativa más que cantar. En el poco tiempo pensaré que canción voy a cantar.

Cuando la chica bajó del escenario el anfitrión dijo – ¿Quién es el siguiente? – Al ver que no alzaba la mano, Allison me la levantó y dijo – ¡Ella! – A lo que el anfitrión dijo – Vamos sube – caminé hasta donde estaba el anfitrión quien dijo - ¿Cuál es tu nombre?

– Valery

– ¿Qué nos vas a cantar?

– “Candles” de Hey Monday

– Entonces, que suene la música – dijo finalmente entregándome el micrófono. Me paré en medio del escenario mirando las caras de las personas que se encontraban en el bar. Cuando comenzó la música simplemente cerré los ojos y me imaginé sola en mi cuarto para que se me hiciera más fácil cantar frente a un montón de desconocidos.

Comencé a cantar desde el fondo de mi corazón, y cuando agarré fuerza pude abrir los ojos mientras seguía cantando y me di cuenta que la gente me estaban mirando, eso usualmente me asusta, pero hoy no. Mi pánico escénico se había ido y saqué voz de donde no tenía hasta el final de la canción.

Al terminar le entregué el micrófono al anfitrión y bajé del escenario. Luego él dijo – ¡Eso fue intenso! y ahora ¿Quién lo va a superar? – para ese momento ya había llegado donde estaban mis amigos así que ahora fui yo quién le levantó la mano a Allison para que subiera.

Ella decidió cantar “Chandelier” de Sia, mientras cantaba Andrés se la quedaba viendo con cara de baboso por lo que no pude resistir decirle – Sécate las babas – a lo que él dijo - ¡No estoy babeando! – yo le respondo – Lo que tú digas amigo lo que tú digas.

Ahora era que Allison terminó era el turno de Andrés quien subió antes de que le dijéramos algo porque sabía que no se iba a escapar de ésta. Él comenzó a cantar “A Drop in the Ocean” de Ron Pope obviamente dirigida a Allison.

Me da pena ver que se esfuerza tanto y ella ni cuenta se da que él está enamorado de ella, todavía me pregunto porque no le dice, harían una bonita pareja a mi parecer. Idearé un plan para ayudarlo, para eso están los amigos.

Cuando termina su canción y llega donde estamos, nos dirigimos de nuevo a la barra y pedimos una ronda más de lo mismo de enante. Nos las pasamos hablando sobre nuestras “emocionantes” vidas por un largo tiempo.

Después cuando ya no teníamos de qué más hablar Allison nos arrastró a la pista de baile, bailamos como nunca porque ya estamos demasiado borrachos. Luego de eso todo se puso borroso.

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Desperté en la mañana con un dolor de cabeza terrible, y lo peor es que no sé cómo llegué a mi casa y peor a mi cama. Odio las resacas, de repente me dieron ganas de vomitar y fui corriendo al baño.

Luego, me limpié y me miré al espejo dándome cuenta que parecía un mapache golpeado, como me muevo al dormir me maquillaje se había hecho un asco y sigo llevando la ropa con la que había salido ayer. Seguramente solo me tiré en la cama apenas llegué.

Al darme cuenta del desastre que en este momento represento, me di una ducha y me puse ropa limpia. Ahora si luzco como una persona normal, entonces veo el reloj y me doy cuenta que son las once de la mañana, es tarde y tengo que investigar lo que pasó anoche, mi mente se encuentra completamente en blanco.

Bajo las escaleras y encuentro a mi mamá haciendo el almuerzo, eso es raro porque es lunes y ella debería estar trabajando. Entonces le digo – Buenos días mamá ¿Cómo así estas aquí a esta hora?

– Buenas madrugadas hija, pedí cambio de turno hoy, tengo que hacer algunos trámites

– Entonces ¿Vas a llegar tarde?

– Por desgracia si, te dejé el desayuno en la nevera

– ¡Gracias! – Luego decido preguntarle sobre cómo llegué a mi casa para ver si sabe algo – ¿A qué hora llegué anoche?

– A las tres de la madrugada te trajo tu amigo

– ¿Qué amigo? ¿Andrés?

– No, un tal Daniel creo que se llamaba

– ¿Daniel? – esto se está volviendo cada vez más raro

– Si, el pariente de Cassie

– Es su primo

– Si no te acuerdas de eso tampoco te debes de acordar que te dije que estás castigada

– ¿Es enserio? – mi vida apesta

– ¿No te acuerdas lo que te dije la última vez? Llegaste en la madrugada Valery y no recibí ni una llamada o mensaje de tu parte, ahora tienes que hacer los quehaceres de la casa tú sola por un mes sin ayuda

– ¿Te puedo hacer cambiar de opinión?

– Claro que no – bueno al menos lo intenté

Desayuné y luego ayudé a mi mamá con el almuerzo para ver si disminuía mi condena y dijo que lo iba a pensar. Después de almorzar mi mamá se fue al trabajo y me quedé sola otra vez en mi casa, sentada en el mueble tratando de recordar la noche anterior.

De repente escuché el timbre, el molesto sonido retumbó en mis oídos, abrí la puerta y era Daniel. 

El Regreso del Primer AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora