Capítulo 1: Que Día...

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Narra Fabián:

-Genial, primer día de clases -me decía para mis adentros mientras me quitaba las sábanas de encima y de disponía a ir al baño para ducharme y cambiarme y bajar a desayunar. Abrí la ducha y deje correr el agua por mi cuerpo recién levantado, no era nada en especial, no tenía casi nada de músculos, mi cabellos era de color castaño oscuro, tenía los ojos de color cafe, y usaba brackets, no era nada popular entre las chicas y casi nadie me pelaba mi existencia en mi antiguo colegio, y creo que en este no será la excepción.

Salí de la ducha y me seque para después ponerme mi nuevo uniforme, era bastante bonito y elegante, me puse el bóxer, el pantalón, la camisa y me anude la corbata frente al espejo, me cepille los dientes y baje a desayunar. Vi la hora eran 6:25 - Aun tengo algo de tiempo - pensé, para suerte mía mi casa se encontraba a cinco cuadras de mi nueva escuela, así que podía ir caminando si dificultad.

-Buenos días Mamá, hola engendro - saludaba a mi madre y a mi hermana mayor quienes estaban desayunando en la mesa de comedor - Idiota - escuche refutar a mi linda hermana Jennifer - ya, niños estamos en la mesa -nos reprendió mi mamá, María, quien era madre y padre para nosotros, ya que nuestro padre había muerto cuando yo tenía 3 años de edad.

-Mami -dijo Jennifer en un tono un tanto juguetón -hoy quedamos con las chicas de la Universidad en ir al centro comercial en la tarde, puedo ir? -sabía que las intenciones de Jennifer no eran nada ingenuas, pero me quede callado porque aunque sea ella tiene la libertad de salir con sus amigas o amigos, a diferencia de mi que había dejado toda mi vida en mi antiguo colegio, pero tampoco es que haya tenido amigos que valgan la pena. En fin, seguí desayunando sin prestar atención a la plática que tenían mi hermana y mi madre -Esta bien, pero ten mucho cuidado - Jennifer sonrió de oreja a oreja y le dio la gracias, lo bueno que tiene mi hermana es que es muy persistente y casi siempre consigue lo quiere, era una chica muy guapa, tenía su cabellera larga y de un color castaño claro, tenía unos ojos bien grandes de color negro, una piel blanca y una buena figura, pero bueno, es herencia de mi madre quien también tenía las mismas facciones de ella, a diferencia que ella se había cortado el cabello y lo tenía corto.

Termine de desayunar y me levante de la mesa, me despedí de ambas y salí de la casa para dirigirme a un nuevo año en mi nueva escuela, me puse mis audífonos y comencé a escuchar canciones de mi cantante favorita, Selena Gomez, puse a reproducir "Slow Down" y comencé a cantar;- I just wanna feel your body right next to mine, all nigth long, baby slow dow the song... -Pero de pronto algo me corto la inspiración, una motocicleta paso a toda marcha haciendo un ruido estruendoso sacándome de si, seguí caminado y por fin llegue a la entrada del Instituto, saque mi horario y me dirigí a la dirección para preguntar donde era mi salón, camine un poco y sentí como algunas miradas se clavaban en mi y escuchaba murmullos a mi alrededor, llegue a la Dirección, me acerque a la joven que estaba en el mostrador y comencé a preguntar lo que quería - Buenos Días, soy Fabian García, soy de los alumnos nuevos de primero de Bachillerato y quisiera saber donde es el aula- baje mi mirada al horario para ver el numero del aula -205, por favor - sonreí al terminar de hablar y la chica me devolvió otra sonrisa -No te preocupes, es en el edificio B, segundo piso a la derecha - Gracias -le correspondí y salí de la dirección encaminándome al aula, pero sentí como alguien chocaba contra mí y hizo que cayera de rodillas al suelo, alce mi mirada y pude divisar a un chico alto quien salía corriendo ni siquiera me pidió disculpas, me levante rápidamente y seguí mi camino.

Encontré el salón y pude ver que ya había una buena cantidad de gente adentro, agache la cabeza y me fui a sentar en los últimos puestos de la fila de la derecha, puse mi maleta a un costado y me volví a poner mis audífonos y espere hasta que comenzaran las clases. Apoye mi cabeza entre mis brazos y dirigí mi mirada hacia la puerta, seguí observando cómo los alumnos entraban al aula, obviamente no conocía a nadie, pero entre tantos logre visualizar a quien me había hecho caer a lo que venía al salón, me lo quede viendo unos segundos y milagrosamente este se percato de eso, gire mi cabeza pero sentía que alguien se acerba hacia mí, en mi mente decía -Por favor que no se siente a mi lado, por favor que no me siga viendo, por favor - pero como Dios me ama tanto, sentí una fuerte palmada en mi espalda que hizo que todo mi cuerpo de estremezca y para mi buena suerte era el mismo chico, genial.

Será nuestro pequeño secreto.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora