Capítulo 46, alternativo 39

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Antes de que pudieran seguir hablando, una criada de la mansión les pidió ayuda. Al parecer el viudo se había vuelto loco, tenía al bebé en brazos y amenazaba con matar al bastardo.

Thomas echó a correr hacia los gritos, su hijo estaba en peligro y no pensaba permitir que le ocurriera nada si él podía impedirlo.

—*Me prometió una virgen, y me ha dado una zorra*—gritaba el conde de Ellesmere fuera de si—*No pienso derramar una lágrima por una mujer mancillada por otro hombre*

— ¿Cómo puede hacer esas acusaciones con mi hija muerta en su lecho?—gritó a su vez Lord Dunsany.

—Por favor—intervino Lady Dunsany entre sollozos—Solo queremos enterrar a nuestra hija y criar al niño. Usted no tendrá que hacerse cargo si no es suyo.

— *¡El pequeño bastardo se queda aquí!*—gritó Ellesmere sacando una daga—*Por bastardo que sea, es mi heredero y se queda conmigo. Y si su madre era una ramera, al menos me dio un varón*

—Suelte ahora mismo a mi nieto—siseó Lord Dunsany sacando un arma.

Thomas corrió y se puso en medio, estaban locos poniéndose a batirse en duelo con su hijo en medio.

—Cálmense por favor—pidió Thomas tratando de mantener la calma—Por favor Lord Dunsany, suelte el arma por su nieto.

Así lo hizo Lord Dunsany recapacitando, bajó la pistola y Thomas se apoderó de ella. Entonces se volvió hacia Ellesmere a la espera de que hiciera lo mismo, pero vio con horror como llevaba la daga al cuello de su hijo dispuesto a arrebatarle la vida.

Thomas se movió con rapidez y levantando el arma disparó apuntando al corazón de Ellesmere, quien cayó al suelo con su hijo aún en brazos.

Corrió a por él mientras que a su espalda Lady Dunsany caía al suelo desmayada y era socorrida por Isobel. Cogió al niño en brazos y pudo respirar aliviado al ver que no le había pasado nada.

Entonces se fijó en su carita, tenía la piel muy fina y blanca y sus cejas eran pelirrojas. Sonrió al verlo, le recordaba mucho a sus hermanas cuando eran bebés. Estaba claro, era hijo suyo. El segundo...




Días después, Thomas paseaba a caballo por Helwater. Tenían un caballo nuevo y tras haberlo domado le estaba premiando con un paseo por el bosque para que se relajara.

Desde lejos vio a Isobel, paseaba empujando un cochecito de bebé donde descansaba su hijo. Se bajó del caballo y tras dejarlo atado a la rama de un árbol se acercó saludándola con una inclinación de la cabeza.

— *¿Cómo está el pequeño?*—preguntó en voz baja.

—*Su nombre es William, como mi padre*—contestó Isobel, para asombro de Thomas—Yo le llamo Billie.

Sonrió al escucharlo, era un bonito nombre que le traía recuerdos felices y añorados.

—*Un nombre muy bonito*—susurró.

—*Quiero pedirle disculpas*—dijo Isobel de repente—*Estaba muy enfadad aquella noche, loca de dolor. Necesitaba culpar a alguien pero no fue culpa suya. Mi hermana era una mujer difícil y usted fue bueno con ella*

Thomas inclinó la cabeza como respuesta. Tras Isobel se acercaba caminando Lady Dunsany. Isobel sabía que su madre quería hablar a solas con Thomas y se volvió dejando al pequeño Billie con su padre.

Thomas aprovechó para observarle con atención, como dormía y sonreía en sueños.

—*Eres un niño muy guapo Billie*—susurró sonriendo—Y llevas un nombre muy importante para mi, las dos personas más importantes de mi vida se llaman igual...y bueno, tu otro hermano que está en el futuro. Nunca voy a conocerle, pero os querré siempre a ambos.

Once in a lifetime (Je suis prest)Où les histoires vivent. Découvrez maintenant