No me contesto, abrió la puerta y la cerró con un portazo.

Solté todo el iré que está conteniendo en ese momento, me froté el pelo resignado y me senté en la cama.

-Mierda.

El móvil empezó a sonar encima del escritorio, me levanté y lo cogí.

- ¿Qué quieres? - respondí de mal humor.

-Ni siquiera ¿Un hola?, tu como siempre al grano.

-Déjate de tonterías y dime que quieres- se me acababa la paciencia

-Te recuerdo que hoy es la pelea y que..

-Lose, ¿Me llamas solo para esto?, estaré en tu estúpida pelea Amy y ahora déjame en paz puta psicótica de mierda-estalle.

-Yo también te quiero Scott, te veo esta noche ya sabes lo que hay que hacer antes de una pelea-continuo Amy con su estridente voz.

-Adiós Amy- colgué.

Tire el móvil contra la cómoda.

-¡¡¡JODER!!!

Tenía que parar esto de una vez, no podía volver a caer en ese mundo, pelearía esta noche solo para que dejara en paz a Rachel.

Pelearía esta noche con Taylor Erickson, el hermano del chico que murió el año pasado, él sabía de mi existencia y sabía que Amy lo disfrutaría como nunca, y no me extrañaría que hubiera sido idea de esa zorra.

Me empecé a preparar para ir, no lo sabía nadie ni siquiera mi hermano, si lo llegara a saber sabía que el también participaría y lo último que quiero es que haga lo que aré dentro de unos minutos antes de la pelea.

Cogí la bolsa y me fui directo a la fábrica abandonada que había a 20 kilómetros del campus.

Aparque el coche retirado de la fábrica para no levantar sospechas, si nos pillaban aquí, nos arrestarían a todos y no estoy en condiciones como para estar jugando con la policía...

Entre en la fábrica, por la puerta de atrás, estaba todo oscuro, empecé a caminar en busca de los gritos que se escuchaban, cuando me iba a cercando a los gritos que ahora se escuchaban más cerca, pude ver luz, pero no era luz de bombillas si no de velas y lámparas de aceite.

El sitio estaba todo lleno de polvo y las maquinas que había estaban tapadas con sabanas, cada vez que Amy planeaba una pelea siempre lo hacía de una manera para que la gente tuviera morbo a lo prohibido, si una de esas lámparas se callera, quemaría las sábanas y esto parecería una ratonera, nadie saldríamos vivos de aquí...

-Por fin llegas, sígueme, te están esperando- escuche la voz de Amy a mis espaldas, resople, odiaba su estúpido tono de voz.

No dije nada y la seguí a una habitación, no había nadie solo una mesa con una lampara al lado y la estúpida de Amy.

-Ya sabes lo que tienes que hacer antes de combatir-me dijo señalando la mesa.

Me acerque a ella y pude ver que había dos rayas de coca bien echas, las observe durante unos segundos y la mire.

-No pienso meterme esa mierda de nuevo.

-Si lo vas hacer, tienes que ganar ese combate, si no quieres...-dijo mientras se encendía un cigarro.

-Solo son dos Scott, te darán la suficiente fuerza para acabar con Taylor-dijo acercándose a mí y echándome el humo a la cara.

La mire por última vez y me gire para ver las dos rayas de coca que había en la mesa, no lo pensé más y me incline hacia ellas, cogí un canuto que había justo al lado y me lo puse en la nariz, respire hondo sin pensar y me metí las dos en cuestión de segundos.

FEEL MEWhere stories live. Discover now