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XLIV

Hyejoo iba de lado a lado en la habitación de un dormitorio que no le pertenece. Había sacado su teléfono y recién en la llamada número mil, Jungeun le contestó. Cuando terminó esa llamada, solo quería que las cosas pasen rápido

—Ya no me das atención como antes lo hacías— Se quejó Yerim con un puchero

—Soy la misma de siempre— Contestó Yeojin que estaba acostada mirando su celular

—Jiwoo ya ni pasa tiempo conmigo y tú me ignoras— Yerim se volvió a quejar, de forma muy infantil le dio un abrazo por la cintura a la más baja y se aferró a ella

—Eso no es cierto— Replicó Yeojin una vez más negando

—Sí— Aún con su lloriqueo, quiso acercarse más y dejar su cabeza cerca del cuello contrario

—Ahg...— Hyejoo cansada de ver a sus dos amigas en lo mismo, volvió a la sala —Jungeun, por favor llega pronto, lo suplico—

Como si sus plegarias hayan sido escuchadas, la puerta comenzó a sonar. Pensando que se había salvado de todo, Hyejoo fue casi corriendo a abrir la puerta

—¡Jungeun, qué...!— Se detuvo cuendo no vio a Jungeun específicamente —¿Chae...?—

—Yo pensaba que las invitaciones serían tuyas, pero resulta que Yeojin fue la que me llamó— Dijo Chaewon cruzada de hombros

—No, no. Es un error. Es que estuve media hora intentando que Jungeun me responda el teléfono y yo, yo...— Sus manos jugaron nerviosas —Pero no importa, por favor ven aquí y separa a esas dos— Apuntó a la habitación que le pertenecía a Yerim

Chaewon sin decir mucho más, dejó que Hyejoo se hiciera a un lado y cerrara la puerta. Se acercó a la habitación donde estaba el otro par y asomó su cabeza

—Yo los veo muy bien— Comentó Chaewon al ver solo era Yerin buscando atención —Son lo mismo de siempre y lo mismo que les gusta hacer— 

—Pero son un dolor de cabeza, miralas— Señaló como si las cuestionadas no estuvieran escuchando

—No importa— Levantó sus hombros y decidió ignorar —¡Choerry, te voy sacar comida!—

—¡Por supuesto!— Se escuchó desde la habitación

—Pero...— Como inútil, solo siguió a Chaewon que caminó hasta la parte de la cocina, hasta que sonó otra vez la puerta —Debe ser Jungeun— Dedujo yendo a abrir

Del otro lado, Jungeun volvió a insistir porque no le abrían, hasta que vio a Hyejoo abrir aquella puerta y hacer su presencial

—No te desesperes. Estaba algo lejos y las tontas de mis amigas solo reclaman por atención— Dijo Hyejoo al abrir la puerta

—Yo solo pedí que me abrieras, no que me contaras tu vida— Bromeó haciendo que su amiga se cruce de brazos

—Como sea, la habitación de Jiwoo está vacía y vienen en camino Hyunjin y Heejin— Y se fue ofendida

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—Hola— Saludó sin mucho más que pensar, el hombre frente suyo hizo la reverencia algo tímido —¿No dijiste que querías conversar?—

—Claro— Dijo él simpático asintiendo con su cabeza, la otra se hizo a un lado para darle el paso y él avanzó despacio —¿Quién es él?— Preguntó al ver al pequeño atrás de las piernas de Jinsoul

—Te lo presento, él es Sunoo, es el niño que actuó en la película y viene del hogar, ya que dijiste que te gustaría conocer a los niños de ahí— Lo presentó y luego, se agachó a la altura del niño —Sunoo, te lo necesito presentar, él es mi padre—