27. Un pequeño detalle

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Caminé lo más rápido posible entre los espejos comenzando a arrepentirme de haberle seguido el juego a Efrén.

Quería molestar a Jools, no enfrentarlo.

Por un momento no creí que fue tan cara dura de acercarse a mí y hacer exactamente lo que no le pedí, sin embargo ahí estaba, siguiéndome el paso sin ningún apuro.

En aquellos momentos estaba odiando tener las piernas cortas a diferencia de él.

—¿Sabes que vamos a hablar sí o sí, no? —me preguntó a mi espaldas.

Me negué contestarle algo, esto era lo que él quería. Alguna respuesta de mi parte.

Doblé dos veces continuamente para despistarle pero la verdad no tuvo un resultado prometedor. Me escurrí entre un y otro espejo pero finalmente me alcanzó justo a la salida.

Cuando intentó ponerme una mano en el hombro lo esquivé y salí del lugar apresuradamente.

—Vamos, Haven, hablemos.

—No pienso hablar contigo.

—Me has respondido, ¿ves? Es un avance.

Rodé los ojos sin decirle nada más.

Sin detenerme comencé a buscar a mis amigos pero la verdad no los veía por ningún lado.

—Haven.

Me detuve súbitamente casi chocando con él cuando Jools se posicionó justo frente a mí.

Retrocedí y lo traté de esquivar caminando hacia la izquierda pero nuevamente se cruzó.

Solté un quejido, enfadada y me detuve.

—¿Qué quieres? —le increpé.

Puedes estar enfadada, Haven, pero no niegues que te ha gustado que te siguiese hasta acá.

—Necesitamos hablar.

—Tú necesitas hablar, yo dije todo.

Traté de volver a encaminarme esta vez al carrito de comida, pero Jools nuevamente me alcanzó tomándome por los hombros.

Apreté los puños a mis costados cuando sentí su cálido tacto por sobre mi chaqueta de cuero sintético. Enseguida al comenzar a sentir esa familiar sensación, di un paso hacia atrás y esperé.

Pudo captar mi indirecta, así que se frotó las manos en un gesto extraño, viniendo de parte de él.

—Escucha, yo... lo siento.

Lo seguí mirando fijamente, esperando a que dijese algo más pero la verdad no hablaba. Solo me observaba como si espera a que le contestara algo.

—Bien —le di mi pulgar hacia arriba con una fingida sonrisa y me encaminé al lugar donde había visto a mis amigos por última vez.

Di unos paso cuando Jools nuevamente llegó a mí.

—Espera, espera. Aún no termino.

Me detuve nuevamente.

—Yo... Haven, es que... es difícil.

—Entonces déjalo. Las cosas están mejor como están.

—No, no lo están —se apresuró a decir cogiéndome la mano—. De verdad lo siento.

—Está bien —tiré de mi mano y él me soltó—. Pero las cosas no van a cambiar.

—No espero que lo hagan.

—Entonces estamos en la misma línea —asentí.

—No esperé que te fuese a pasar algo —confesó en voz baja, refiriéndose a aquel sábado en la madrugada.

A+ y tú menosWhere stories live. Discover now