Golden String • Larry

17. softcore

—vale, me cuentas como te va—suspira, palmeando su hombro al llegar a las escaleras. Louis asiente, siguiéndolo con la mirada cuando el rubio se gira cinco escalones más arriba—Asegúrate que sea solo para los fines de semana. Liam te matará si empiezas a faltar.

—tranquilo, lo sé—vira su mano, despidiéndose—Te veo más tarde.

Louis se dirige a su siguiente clase y por el resto del día se obliga a no pensar en la entrevista. Siempre ha sido bueno trabajando bajo presión, cortesía de Liam Payne, pero algo sobre trabajar con desconocidos lo pone nervioso. Ser el chico nuevo es incómodo de por si, así que no quiere imaginarse cómo será en una oficina. Solo espera que su jefe no sea algún tipo de Michael Scott o no durará ni una semana.

***

Bueno, su futuro jefe no es un Michael Scott pero tampoco es un Jim Halpert. Es probable que sea un Dwight, aunque Tomlinson no está seguro de si eso es bueno o malo. Seguramente malo, considerando que Dwight disparó un arma dentro de la oficina.

Louis vira la cabeza, obligándose a subir la mirada  al reconocer la calle predecesora a su casa. Tuvo que devolverse caminando desde la oficina donde se hizo la entrevista, puesto que el taxi de ida le costó más de lo que había presupuestado y terminó quedándose sin dinero para el resto de la semana. Sin embargo, siente que ha valido la pena y se encuentra satisfecho, pues en general la entrevista ha salido mejor de lo que esperó.

El almacén con la vacante se trata de Bella's, una tienda de ropa juvenil que le ha contratado para trabajar los fines de semana. Al parecer, están tan desesperados que ni siquiera les importó que Louis siga siendo menor de edad. Sin embargo, debe llevar un documento firmado por Jay, donde certifique que tiene su aprobación para trabajar.

Al castaño no le preocupa mucho ese detalle, pues Niall perfeccionó el arte de falsificar la firma de sus papás cuando perdió educación física por esconderse en el baño para no trepar la cuerda. Así que por ese lado, todo está cubierto. No obstante, es consciente de que mentir nunca ha sido su fuerte y termina de comprobarlo más tarde ese mismo día, cuando se sienta en el sofá con Jay, que se está calzando los zapatos para ir al hospital.

—creo que empezare a ir los fines de semana a la escuela para trabajar en el periódico—comenta, tomando el control remoto de la mesa para encender el televisor—Liam nos está dejando más trabajo de lo normal, así que no me quiero atrasar.

Jay le mira por encima de los mechones de cabello que se escapan del moño, frunciendo ligeramente las cejas.

—Lou, ¿no crees que te estás excediendo?

—nop.

—Louis—insiste, tomándole del mentón para que la mire a los ojos. Esta vez, Jay tiene el ceño fruncido—Tienes ojeras.

—es normal.

—no es normal—aprieta los labios, observando minuciosamente su rostro—Luces cansado.

—estoy bien.

—¿estás durmiendo?—Louis asiente, desviando su atención a la televisión—Louis.

—ya te dije que sí—masculla irritado, zafándose del agarre mientras sube los pies a la mesa, escurriéndose en el sofá. Gracias a su visión periférica se da cuenta de que Jay aún lo está observando, pero se obliga a permanecer con su atención en el televisor.

—¿me lo dirías si algo te estuviera molestando?

—hm-mm.

—¿me lo prometes?

Louis aprieta los labios, sintiendo cada uno de sus músculos tensarse. Odia mentirle, pero se recuerda que lo hace por una buena causa. Jay jamás le permitiría trabajar y estudiar al mismo tiempo por más que necesiten el dinero y vaya que lo necesitan. Tomlinson está cansado de pasar hambre en las noches por temor de comprarse algo y descuadrar el dinero de la semana.