Lights / TaeKook

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Reporte #0

15 de Diciembre 1993

ISLA BANDISBUL

Aquí Kim Taehyung, estoy en la recta final de mis 23 años, tengo sueño, me he terminado la última barra de chocolate y estoy a punto de dejar atrás el letrero que me anuncia la proximidad de mi nuevo destino. La Isla Bandisbul, casi 400km al Este de Ulreungdo. Viajé en un veterano ferri de las costas para poder llegar; no cabe duda que al ser un lugar tan pequeño, sin sitios turísticos, le quita mucha participación en el mapa a la hora de buscar las costas alrededor de Corea. Justo terminé una llamada con Hoseok y Yongsun, reiterando mis teorías para venir hasta aquí y conseguir completar mi investigación. Comentan que sus familias están bien, eso es bueno; ya quiero volver para hablarle de esta nueva aventura a mis sobrinos, no importa que sean muy pequeños para entender, algún día sabrán de las grandezas que descubrí y lo maravilloso que es vivir todos los días como si fuera el último.

¡La vida está llena de oportunidades y riesgos para dejarlos pasar, mis niños! 

Aquí de nuevo. Han pasado 30 minutos desde el primer reporte que escribí para el día. Confirmado: el pueblo de Bandisbul es pequeño. Creo que acarree varias miradas al ser un extraño para los habitantes. Me pregunto sí será un obstáculo. Pero ¡Tonterías! Mi familia entera lo dijo y me superé, incluso sí nunca van a creerlo por más pruebas que les ponga en cara. Sí un día leen esto, hermanos, tengan por seguro que Kim Taehyung siempre tuvo razón. Nací por obra del destino y moriré por descubrir la verdad. Los misterios sobre criaturas paranormales seguirán en la balanza de la duda hasta que yo pruebe su existencia. Aunque no sea un detective hippie, ni tenga un perro parlante.

Terminó de escribir el nuevo reporte en su agenda personal, cerrándola y guardándola en la mochila, para finalmente buscar algún rostro simpático que pudiera ayudarle. Un adolescente iba pasando junto a su auto rentado, luciendo como -de acuerdo a su clasificación estética y superficial- alguien amable.

—Disculpa —habló tan pronto terminó de bajar la ventanilla, esbozando su mejor sonrisa amistosa al conseguir la atención del chico—. Acabo de llegar ¿Me recomendarías un lugar para almorzar algo?

El adolescente de cabellos oscuros expresó desconcierto al notar que, efectivamente, ese era un nuevo personaje en el lugar, permaneciendo rezagado a interactuar con él, siendo un completo desconocido. Para suerte de Taehyung, el chico miró en varias direcciones seguramente procesando el recuerdo de algún sitio. Quería algo tranquilo y acogedor para descansar un poco, mientras evaluaba su siguiente actividad de viaje. No iba a pedir mucho pero, después de recorrer las calles de la ciudad durante años, escuchando la nueva tecnología envolver el oxígeno, ya lo tenían un poquito harto.

—Sí avanza por esa calle, en la intersección con la señal de 'Alto', a su derecha está el Epiphany. Sus platillos son muy buenos.

Taehyung siguió con la mirada hasta distinguir la señal a lo lejos, imaginando que a su lado se encuentra el restaurante o lo que fuese en dónde pudiera encontrar alimento. Le agradeció con su mejor humor, imitando la reverencia que el más joven le hizo cuando salió del auto, y se aseguró de llevar suficientes cosas de valor encima. Tampoco era que desconfiase, pero era el primero de todos sus amigos en pisar esa tierra. Simplemente no podía arriesgarse a perder sus pequeños y extraños experimentos hogareños.

Entró al establecimiento, empujando una de las puertas dobles y siendo recibido por nada más que la tranquilidad que tanto buscaba, música sonando de alguna estéreo al fondo y la poca clientela que cualquier lugar así podría tener a las...