Mitsuya Takashi x Reader ♡ [+18]

Parte II

Te levantaste con el sonido de alguien llamando a tu puerta.

Abriste y viste que era un mensajero. Te dejó un paquete, que sabías, venía de parte de Mitsuya.

La última vez que fuiste a verlo a su taller y pasaron la noche allí, fueron a tu apartamento por la mañana, tal como habían planeado. Los dos habían querido quedarse ese día, pero por las obligaciones de él, no les fue posible.
Solamente se bañaron juntos y pudieron desayunar en compañía.

Sin embargo, Mitsuya había prometido compensarte por esa ocasión. Había dicho que a finales del mes entregaría los trabajos que tenía, e irían a algún lugar para pasar tiempo a solas, como corresponde.

Recordabas claramente cuando mencionó que en los siguientes días te iba a entregar en persona,  o por medio de otra, algo muy especial, relacionado con su próximo encuentro, mientras te secaba el cabello ese día.

Asentaste sobre una mesa el paquete y lo abriste.

Cuidadosamente envuelto, dentro de una caja de cartón blanco, había un vestido de color claro, crema.

Con tus dedos tocaste la tela de seda, suave y perfectamente lisa, delicada, y lo levantaste frente a ti. Tenía detalles de pedrería pequeños y sutiles, encantadores, cosidos en la parte de adelante, sobre lo que parecía ser un encaje, decorando un escote en V pronunciado. La espalda no era descubierta pero tampoco muy cerrada, y el largo debía llegar hasta arriba de tus rodillas, por lo que veías.

Todas y cada una de las prendas que Mitsuya confeccionaba eran piezas de arte, pues era muy talentoso, pero las que hacía para ti nunca dejaban de maravillarte, esas eran de ensueño.

Estabas segura de que el vestido, además de hermoso, estaba hecho a tu medida. Una de tus partes favoritas del proceso de la confección, era la toma de medidas, porque ustedes siempre terminaban haciendo otras cosas. Igualmente, Mitsuya aprovechaba ciertas ocasiones para, según él, recordar apropiadamente los centímetros de tu cuerpo con fines de trabajo.

Te ruborizaste un poco. Estrenar un vestido suyo era sinónimo de que iban a pasar la noche juntos.

Apartaste la vista del vestido ante tu pensamiento y observaste que en la caja todavía había una bolsita pequeña, con una notita adherida. Dejaste sobre la mesa la prenda y tomaste el papel.

"No sabía cuál color preferirías para esta noche. Pero puedes usar el que más te guste, nada se verá con el vestido.
Con cariño, Takashi."

Tu mente quedó en blanco.

Abriste la bolsa. El contenido eran tres conjuntos de lencería.
Viéndolos bien, las prendas íntimas tenían detalles de bordado del mismo color.
Mitsuya debió haberlos comprado y realizado lo demás a mano. Era un trabajo muy minucioso.
Había uno de un tono muy similar al del vestido, otro de color lila, y uno negro. Los dos primeros tenían más partes bordadas que el último.

Los viste una y otra vez, con emoción y nerviosismo. Iban a cenar ese mismo día, pero ahora pensabas que hacía falta un mes de anticipación para elegir.

Lo pensaste mucho. El color más claro probablemente sería el que elegirías, para combinar con el vestido, pero quizás era lo predecible. Lo descartaste. El de color lila te hizo recordar a su cabello, lo cual te causó gracia, pero también podía expresar pureza viniendo de ti. No querías que se contuviera o que creyera que basaste tu elección en su cabello. El conjunto negro resaltaba de manera provocativa, no iba a juego con el vestido, pero Mitsuya debió incluirlo por alguna razón con los otros.
No sabías qué esperaba él; había dicho que usaras el que más te gustara...