🥁Prestar Atención🧵

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- Recuérdame para que veníamos. -Seda de brazos cruzados seguía el paso de su hermana.

- Será divertido. -Satín, a paso apurado intentaba llegar rápido al lugar.

Estaban en La Guarida del Rock dónde se llevaría a cabo una presentación, la Reina Barb seguía en una gira de disculpas por los daños causados a los otros reinos y por pendientes en el reino del Pop pero a Satín esto no le importaba.

La única razón por la que había ido arrastrando a Seda a ese sitio era para ver al baterista.

Satín tomo posición entre la masa de trolls de la tribu del chico que le gustaba, emocionada, sus ojos brillaron cuando las primeras notas y gritos del público sonaron.

Seda mientras tanto no separaba sus brazos ni relajaba su cara de póquer por el desinterés que le provocaba ese sitio.

Un grito al unísono se escuchó en la caverna cuando de entre el humo del escenario apareció el grupo liderado por la monarca del rock.

Solo Satín noto como el baterista se mordía el labio antes de golpear con rabia los tambores.

La de piel rosada apenas prestaba atención al resto de instrumentos además de la batería, casi como si les hubiese bajado el volumen para solo oír los golpes a los tambores y platillos de parte del troll que daba vueltas en su cabeza desde hace ya un tiempo.

El solo de batería era una excusa para poderlo examinar a detalle en el que parecía su hábitat natural, podía notar como sus dedos se tensaban entre las baquetas y como el sudor caía hasta su barbilla para arrastrarse por su cuello y humeceder su camiseta.

Disfrutó junto al resto de la multitud hasta que aquella presentación termino tras un par de horas y aunque el resto empezó a dispersarse Satín tenía otros planes y la tarjeta que colgaba de su cuello formaba parte de ellos.

Un troll de aspecto amenazante iba a prohibirles el paso pero solo una vista de los pases en los cuellos de las gemelas fue necesaria.

Solo entrar a la zona VIP pudo visualizar dónde estaba el troll que a ella le interesaba.

- ¡Satín! No esperaba verte. -el pelinegro la saludo desde lejos en un sillón.

Las gemelas se acercaron ignorando al resto de trolls y saludaron como de costumbre, Satín con gran alegría y Seda más bien indiferente.

- La presentación de hoy fue genial, los solos de batería de la primer, quinta y novena canción fueron lo mejor. -Satín elogió al troll masculino.

- Gracias, trabaje horas en ellos a pesar de que a muchos les importan más los solos de guitarra o algo.

- Si, que lastima, me dijiste la semana pasada que querías trabajar en algo para acelerar el tempo.-

- Si, lo hice y además cambié mis baquetas. -Riff coloco en su palma las baquetas y las mostró a su interlocutora.

- Se ven algo diferentes a las que sueles usar. -

- Si, esto es porque estás son unas 5B y además son punta de lágrima.-

- ¿Me explicas?-

- Está bien, estás son de madera de nogal y punta lágrima lo cual hace que tenga un sonido más rico y oscuro, antes usaba de punta barril que dan un sonido más punch y completo que son mejores para presentaciones más ruidosas. -Riff explicaba con pasión a la chica que solo escuchaba atenta.

- No esperaba que fuese tan complejo. -la rosada pasaba los ojos de la mano a la cara de Riff.

- Si y no solo eso, también estoy estrenando una batería diferente, el bombo tiene dos pedales en vez de uno lo que ayuda a tener más velocidad y los platillos son ahora hi-hats que me permiten tocarlos abiertos o cerrados y pueden ser mejores para algunas canciones.

El violáceo siguió hablando tanto de las características del instrumento como de sus avances personales con el mientras Satín escuchaba y cada cierto rato preguntaba o daba su opinión, no le importaba que luego su hermana la arrastrará a La Cresta Clásica con tal de pasar tiempo con el baterista.

- Satín, ya pasaron tres horas. -Seda cansada mostró una sonrisa de sarcasmo.- Nos vamos. -mostró entonces una expresión de enojo.

Satín intento pedir más tiempo pero no pudo evitar que su hermana la saqué a la fuerza.

Debía cumplir su parte del trato e ir con ella a La Cresta Clásica a escuchar la orquesta ahora que la laca que las separaba se había acabado.

Amortometro SatiffDonde viven las historias. Descúbrelo ahora