El tiempo pasó y después de comer cada uno ayudo a levantar y lavar lo que estaba sucio. Cuando todo estuvo en su lugar, cada uno fue a su respectivo cuanto a descansar. 

Dentro de la habitación de la menor de la casa aun cuando las luces estaban apagadas, la dueña miraba divertida como su invitada parecía algo inquieta, y por las veces que la pillo viendo la puerta o ventana estaba empezando a sospechar la razón de los nervios de la castaña.

-Dudo que Suki entre por la ventana.

-Lo hizo con la mía así que… - se tapó la boca al descubrir que soltó demás. No pensó que Gina seguía despierta. Se voltea a verla.

-Conque la tuya eeh – la miro juguetona - ¿Qué hacían traviesos? ¿Lo saben mis tíos? Aunque con lo que dijeron de que los pillaron en la sala haciendo-

-¡No! – chillo cual tomate aunque en la oscuridad no se notase mucho – No digas esa cosas y no estábamos haciendo nada malo, solo – suspiro relajándose – Cosquillas. 

-No sé si-

-¡Gina!

La menor se carcajeó de lo bochornosa que se sentía su amiga.

-Solo te estoy jodiendo.

La castaña infló los cachetes y volvió a ver a la puerta. Esta vez sin miedo a ser descubierta.

-No vendrá si no sales.

Giro al escuchar ese dato y por la confusión reflejada en la chica cero gravedad. Gina respondió.

-Katsuki podrá aparentar y ser un tantito hijo de perra, sin ofender tía querida, pero respeta a las mujeres – dijo con una suave sonrisa que mostraba el cariño absoluto que le tenía al rubio – Mas si las aprecia, por más que no lo diga abiertamente, ¿Por qué crees que no le levanta la mano a su madre aun cuando ella si a él? – ríe divertida. 

-Realmente lo quieres mucho.

-Claro – sonría mostrando todos sus dientes – Es mi héroe. 

Los ojos de Ochako se abrieron por la sorpresa.

¿Héroe?

Ella desde el principio su héroe fue aquel chico nervioso de cabello verde y ojos del mismo color. Su determinación y valentía fue lo que la inspiro y con el tiempo creyó  haber sentido sentimientos más fuertes que la admiración.

¿Cómo veía Gina en su héroe a Katsuki?

-¿Qué  quirk- un suave toque la interrumpió.

-Valla, ya llego – dijo pasando de su amiga y saliendo de la cama para abrir la puerta con una sonrisa de diablito – Lo siento, no pedimos RubiasPedidosYa, dirección equivocada – eh iba a cerrar cuando una mano grande la detuvo y una melena rubia se asomó con una vena en la frente de claro enfado.

-Gina – la llamo en advertencia. Aun no le perdonaba lo que paso en la sala.

Preocupada de que esos dos comenzaran a tirarse a puñetazos o algo peor Ochako se levantó saliendo del futon y se acercó, tirando del brazo de su amigo para que salieran, quien no se negó y antes de salir le dio una mirada de advertencia a su prima. La cual con toda ignorancia se despedía moviendo su mano diciendo Bay-Bay.

Ambos adolecentes aspiradores a ser héroes salieron de la casa y Katsuki le guio por lo que abarcaban el terreno que le pertenecía a su abuelo. La noche estaba fresca pero corría una frisa, se podían oír los grillos y no el ruido de los autos, y el cielo estaba tan estrellado. Algo que no se podía ver la ciudad. Uraraka inhalo esa tranquilidad.

Más Que Amigos© [Kacchako]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora