𝘳𝘰𝘮𝘢 -𝘦𝘮𝘪𝘭𝘪𝘢𝘯𝘰 '𝘥𝘪𝘣𝘶' 𝘮𝘢𝘳𝘵𝘪𝘯𝘦𝘻

seven

Llegamos y el lugar tenía un ambiente bastante copado. Era un bar de toda la vida, pero había una terraza con una parrilla y choris, fernet, cuarteto y rock nacional.

Las cosas pasaron rápido, nos dispersamos y cada uno hizo la suya. La mayoría estaba con alguna minita o dos. 

Yo me senté en la barra y vi que el dibu se sentó varios metros más lejos y me tiraba miraditas seguido. Después de un rato se me acercó un rubio de ojos oscuros con un pucho en la mano. That's my type, de los que te mandan a terapia. 

Hablamos un rato, básicamente un pibe de plata que está estudiando medicina y vino a brasil a hacer una pasantía. 

Después de un rato me dijo de ir a bailar. En un momento empezamos a bailar pegados y cuando sentí una mirada pesada miré atrás de los hombros del pibe. 

Me encontré a cierto castaño quemandome con la mirada y, no se porque, me incito a bailar más pegada al pibe. Sentí el aliento a menta a centímetros de mi boca, pero cuando estabamos por chapar apareció Otamendi para separarnos con una rubia prendida al brazo.

— Salí de acá mugriento, dale Roma vamos.

— Dejá de joder Nicolás, no tengo cinco años.

— ¿Y? Dale, no hinches las bolas, de todas formas ya nos tenemos que ir, son casi las seis y a las ocho tenemos entrenamiento. Y no, no te vamos a dejar sola.

— Ya pedí un Uber, Papu, kun y gio se volvieron hace un rato. — Rodrigo apareció de la nada. — ¿Qué mirás pibe? Rajá de acá querés.

El rubio me guiño un ojo y se iba a acercar si no fuera porque Martínez lo empujó. Lo miré con cara de wtf, pero a los chicos no les sorprendió y estaba bastante en pedo como para procesarlo. Dibu se acercó y salimos del lugar.

Nos subimos al Uber y apoyé la cabeza en el hombro de De Paul.

— ¿Por qué lo alejaron? Estaba lindo el pibe, además no era un pelotudo.

— Por que sos una nena. 

— Ota ¿Me estás jodiendo?

— No, además vos sab-

— No, no sé nada, ni quiero saber. Después vamos a hablar, ahora callate un rato.

El resto del camino fue en silencio. Cuando llegamos y estabamos por salir del ascensor Otamendi me agarró el brazo y sé que quería hablar pero no tengo ganas.

— No quiero hablar ahora.

— Bueno, mañana te busco.

— Me voy a las 8 de la mañana a Mónaco, Nico.

Los chicos me miraron y se quedaron quietos con los seños fruncidos.

— ¿Qué? Te ibas a quedar para todos los partidos Ro, no jodás.

— Me voy a quedar para todos. Vuelvo para el lunes, pero tengo un par de sesiones de fotos, además en unos días los chicos corren y les prometí a Max y a Charles que iba a estar ahí. Me voy a dormir, mañana ya ni nos vemos. Descansen.

Me fui y sé que se quedaron quietos. Apenas llegué me desvestí y me acosté. 

 Dormí menos de media hora, pero me di una ducha, agarré las valijas y salí de la habitación. Pasé por la habitación de Lio y me despedí. Bajé al lobby y dejé la tarjeta de la habitación.

Después de pagarle al Uber entré al aeropuerto y hice el check-in a todo pedo, después me subí al avión.

Voy a aprovechar a dormir.

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Las horas de viaje se me pasaron volando, literalmente. 

Bajé del avión y pedí un café en un starbucks del aeropuerto. Fui al estacionamiento y busqué mi auto. Cuando lo encontré (porque ni me acordaba donde lo había dejado) arranqué y conduje hasta la casa de mi padre.

Llegué y estacioné el auto en el garage. Entré a la casa y escuché a alguien hablando por teléfono. 

Cuándo me vio cortó la llamada y me dio una sonrisa.

— Ciao papá.

— ¡Roma! figlia mia. 

Holiss, medio cortito pero mañana seguro publico otro.

Estuve medio inactiva porque estoy con mucho examenes y laringitis (?

Igual ya me siento mejor, pero eso. Anyways, voten xfa <3