El amor es Gris [Libro #1 Completa ✓]

Capitulo 20: Si me amabas, ¿por qué te fuiste?

¿Recuerdan que les dije que él era mi lugar seguro desde la infancia?

Bueno... Tan reconfortante fue, que no sentí pena al llorar como lo hice. No sentí vergüenza al llorar de está manera frente a él. Para nada.

Adam me acariciaba el cabello, y limpiaba las lágrimas.

—Adam —sollocé — Elliot... Elliot se fue... No quiere verme más —dije lo último, con un nudo en la garganta.

Adam se quedó callado unos segundos, y me miró confundido.

—Pero... Pero si estaban bien hoy —exclamo perplejo.

—Si, lo se... Pero... Él...

—Respira hondo, inhala, y exhala —ordenó, hice lo que dijo, y me tranquilice un poco para hablar
—Bien, ahora dime qué pasó después de que me fuí.

Guardé silencio unos segundos, y después me limpie las lágrimas.

—Después de que te fuiste... Elliot y yo nos quedamos hablando sobre más cosas... Luego él me abrazó, y me dió un beso en la mejilla —Adam asintió lentamente, como si lo estuviera procesando — Después, me pidió que fuéramos a caminar, y llevamos a gomita, estuvimos bien, regresamos a su casa, se hizo tarde y... Me quedé a dormir, que fue lo que te conté hoy en la mañana.

—Si, eso lo se, ¿pero que pasó ahora Nessa? ¿Por qué se fue así?

—No lo sé, hoy en la mañana todo iba bien, cada quien se cambió, y cuando abrí el armario, yo...

Me quedé helada, al recordar las maletas que vi hoy. Pronto hice memoria, y recordé la frase de ayer.

"Llévame nuevamente a la colina de manzanas... Una última vez"

Elliot tenía planeado irse, desde hace mucho. Elliot ya lo había preparado. Ya tenía las maletas, el sabía eso, y aún así nunca me lo quizó decir antes.

—¿Nessa? Hey ¿Que sucede? — la preocupación de Adam me hizo regresar a la realidad.

Lo miré, y después baje la vista.

—Elliot tenía maletas hechas en el armario —susurré — Él ya tenía planeado irse.

Adam abrió sus ojos, y miró un punto vacío de la habitación.

No dijimos nada por unos largos segundos. Por qué para ser sincera, yo solo quería estar con él, sin importar lo que hizo.

—Será mejor que lo deje ir...

Adam me miró con el ceño fruncido, mientras mis lágrimas caían a montón, yo estaba perdida.

—Oye Nessa... No... Yo sé que el te quiere, solo que... Debe haber una explicación, la hay, yo lo sé.

Adam se rehusaba a aceptarlo, por qué yo sabía que también se había encariñado con el pelinegro. Cerré los ojos, y abrace mis rodillas.

—Si él tuvo que irse... Esta bien.

No, no lo estaba. Pero yo no podía impedirle ésto.

Adam m miró con tristeza, y me abrazo, dejándose caer a la cama, aún abrazandomé.

—Lo siento mi niña —murmuró —Tu dolor es el mío, ¿Recuerdas?... Me dueles Nessa —y así, me dió un beso en la frente, y yo rompí en llanto.

Ƹ̵̡Ӝ̵̨̄Ʒ

Los rayos del sol golpearon mi rostro, y eso me hizo abrir los ojos lentamente.