Mimosa - Nadie sabe que te quiero

C085 - ¿Qué es esto si no estás actuando como un bribón?

Yan Qiu honestamente no pensó en lo que sucedería más tarde. Quizás tendrían un hijo, quizás no.

Pero no importa qué, sabía que Ji Xinglan siempre lo esperaría y que siempre estarían juntos.

. . .

Después de trabajar duro día y noche, el costurero Yan Qiu pudo finalmente terminar de tejer la bufanda en la víspera de Navidad.

Pero cuando llevó felizmente la bufanda a su única amiga, Bai Yuanyuan, para que le echara un vistazo, sufrió un duro golpe.

Bai Yuanyuan utilizó sus uñas pintadas de rojo rojizo para coger una esquina y observarla. Sus hermosas cejas se arrugaron y se sumió en un largo silencio.

―...Creo que deberías... ¿olvidarlo? ―Para no herir el orgullo de Yan Qiu, buscó cuidadosamente las palabras adecuadas. ―Mira, cariño, esta bufanda parece... Ejem, no le queda bien a tu amado. ¿Por qué no... compras una para él...? 

―Puedes ir directamente al grano. ¿Es feo? ―Preguntó Yan Qiu.

Cuando Bai Yuanyuan escuchó esto, se dejó de rodeos y asintió con firmeza. ―Sí. No permitiré que una bufanda tan fea esté alrededor del hermoso cuello de mi ídolo escolar.

Sinceramente, Bai Yuanyuan no necesitaba decirlo. Yan Qiu también tenía una idea de sus propias habilidades, pero no esperaba que Bai Yuanyuan no le mostrara ningún tipo de piedad.

Yan Qiu sólo pudo asentir con dolor.

De acuerdo, cuando se trata de regalos, la intención es lo más importante.

Sólo que esta bufanda no podía ser regalada a alguien, así que sería mejor que comprara una y se la diera a Ji Xinglan.

Mientras hiciera una mentira blanca y convenciera a Ji Xinglan para que se pusiera la bufanda, también estaría bien.

Yan Qiu miró la bufanda en sus manos, y cuanto más la miraba, menos confianza tenía.

La costura era fea y parecía un trapo. El prestigio y el comportamiento de Ji Xinglan como ídolo escolar quedarían destruidos si llevara esa cosa que parecía un desecho de mendigo. Incluso su fama entre las chicas disminuiría.

Olvídalo, debería usarlo como cojín para el gato. 

Con ese pensamiento en mente, Yan Qiu dobló su fea bufanda. Cuando pasó junto a la mesa de Xie Yu, para su sorpresa, descubrió que también estaba tejiendo algo.

―¿Qué estás tejiendo? ―Yan Qiu miró la bola de lana rosa en las manos de Xie Yu.

Estaba realmente familiarizado con el método de tejido de este artículo largo y rectangular. Por lo que parece, Xie Yu también estaba tejiendo una bufanda.

Xie Yu era un alfa, pero en realidad estaba tejiendo una bufanda en clase. Los estudiantes en el salón de clases ya lo habían notado y actualmente se estaban burlando de él.

Pero Xie Yu tenía buena fortaleza mental, por lo que continuó tejiendo, completamente intacto. Sin embargo, cuando Yan Qiu se acercó para preguntarle sobre esto, Xie Yu no pudo quedarse quieto por más tiempo. Sintiéndose avergonzado, guardó la lana en su cajón.

Las agudas habilidades de observación de Yan Qiu descubrieron algo, algo sucedió.

Ladeó las cejas, agarró la bola de lana rosa y preguntó: ―¿Por qué estás tejiendo también una bufanda? Dime, ¿estás saliendo con alguien? 

Yan Qiu se enteró de la costumbre de tejer bufandas por Ji Xinglan. Ya que Xie Yu estaba tejiendo una bufanda de la nada, ¡entonces estaba saliendo con alguien o estaba a punto de salir con alguien!

¡Wow, Xie Yu realmente se encontró una pareja a sus espaldas! Basado en sus gustos, esa persona debe ser una dama omega mayor con hermosas curvas y pechos 36D.

Pero la reacción de Xie Yu mostró que no era el caso. Tranquilamente tomó la bola de lana de las manos de Yan Qiu y dijo: ―No es nada. Tengo mucha lana a mano, así que sólo estoy tejiendo por diversión.

Crecieron juntos, así que Yan Qiu lo conocía más que nadie. Miró fijamente a Xie Yu y entrecerró los ojos.

¡Je! Algo está pasando.

Xie Yu había respondido a su pregunta muy seriamente, así que, ¿qué chica le ha llamado la atención? 

. . .

Después de que terminó la escuela ese día, Yan Qiu fue con Ji Xinglan a comprar cosas en el supermercado.

Esta noche era la víspera de Navidad y las calles rebosaban de ambiente festivo. El supermercado estaba cubierto de cintas de colores y las paredes estaban decoradas con collages. Incluso había alguien en la entrada vestido de Papá Noel. Llevaba una bolsa sobre los hombros, de la que repartía caramelos a los niños que pasaban a su lado.

Un niño llamado Ji Xinglan, que era incluso más alto que Papá Noel, le pidió descaradamente dos caramelos y los puso en las manos de Yan Qiu.

Yan Qiu sonrió con resignación. Desenvolvió un caramelo y se lo metió en la boca a Ji Xinglan, luego abrió otro para él.

Sabía a lima. Era similar a sus feromonas, pero un poco más agrio.

El que estaba familiarizado con sus feromonas también lo pensó.

―Este caramelo sabe como tus feromonas, pero no es tan dulce como tú y no tiene suficiente sabor ―, comentó Ji Xinglan.

A Yan Qiu le pareció extraña la descripción y le sonó a algo que diría un pervertido. Pero como no encontró nada que replicar, se limitó a aplastar el caramelo entre los dientes.

Si un alfa hablaba de las feromonas de un omega, se consideraba que actuaba como un gamberro.