¿Quién más si no él? Era perfecto desde la cabeza hasta los pies, inteligente como nadie y muy atractivo, además, había oído por ahí de que era un buen amante y que todas las mujeres que alguna vez habían compartido cama con él quedaban deseosas de más. Aunque yo no había comprobado eso de primera mano no dudaba en que fuera cierto.

A regañadientes me levanté de la cama y salí a encarar a Jina.

— ¿Por qué eres tan fastidiosa? — aún no me había lavado la cara o acomodado mi cabello pero no me preocupaba estar así frente a Jina porque ella ya me había visto incluso desnuda.

— Lo siento señorita, pero su mamá dijo que tenia que bajar.

Mi asistente dio la vuelta y yo cerré la puerta de mi cuarto. Fui hasta mi cuarto de baño para ver mi aspecto. Perfecta.

Durante toda mi adolescencia había tenido especial cuidado de mi cara comprando tratamientos de gran calidad y haciendo cualquier tipo de tratamiento facial para evitar marcas de expresión o manchas. Gaste mucho dinero en ello y no me importaba porque desde pequeña fui educada para eso.

No aprendí otra cosa más que ser la mujer perfecta. Y ni siquiera me importaba porque solo esperaba encontrar un marido con el mismo estatus social que el mio, y Kim Namjoon era ese hombre, solo faltaba que él lo notará.

Bajé hasta el comedor donde mi papá y mi mamá me esperaban para desayunar, perfectamente arreglados y tan serios como siempre.

Ellos no eran la típica pareja de ricos que solo pretendían ser felices ñara quedar bien frente a sus amistades, ellos de verdad se llevaban bien. Aunque eran estirados en algunas cosas, cuando estaban tras las puertas de casa tener una conversación a me a con ellos era bastante fácil.

— Hasta que por fin bajas — dijo mi papá doblando la servilleta para acomodarla bien en su regazo.

— Buenos días, Papi — le saludé con un beso en la mejilla e hice lo mismo con mamá — Hola, mamá.

— ¡Arumi, ya te he dicho que no me gusta que bajes a desayunar tan descubierta! — mi mamá aunque no era alguien que tratara de controlar mi forma de vestir siempre tenía una opinión acerca de lo que usaba.

— Mamá, aun no he tomado una ducha. Se me pegaron las sábanas.

Frente al mundo yo podía ser una niña caprichosa y malcriada algunas veces pero si algo tenía es que siempre era bien responsable conmigo misma. Es decir, me levantaba temprano para ejercitar y moldear más mi figura porque aunque Dios me envió con pechos aceptables, para darme trasero fue bastante mezquino.

Además, no siempre habia sido tan delgada, aun tenia ciertos rollitos que quería desaparecer, sobre todo en mis brazos.

— El domingo tendremos una comida en el club de golf — mientras comíamos mi papá hablaba de lo que haríamos el domingo y apenas estábamos en lunes — Es para un nuevo negocio que quiero cerrar.

Jamás me han interesado los negocios, no fui hecha para el mundo laboral, lo mío era la moda y Kim Namjoon. Por esa razón no prestaba atención a lo que se haría.

— ¿Y de qué trata, querido? — a mi mamá tampoco le importaban los negocios pero cada vez que mi papá mencionaba algo de ellos ella le seguía la corriente para no dejarlo hablando solo.

— Quiero comprar unos autos que son una verdadera reliquia para los coleccionistas. Son autos verdaderamente antiguos pero con toda la tecnología del mundo moderno — tal y como pensaba, nada de esto me interesaba — El creador se llama... Jeon... no me acuerdo. He visto su trabajo y es espectacular.

𝕀 𝔹𝕌ℝℕ 𝔽𝕆ℝ 𝕐𝕆𝕌 | 𝕁𝕁𝕂©Where stories live. Discover now