—Estoy listo, papi—la voz del menor los hizo sonreír a ambos—. Nos vemos en la tarde, abue—corrió hacia él y luego de darle un abrazo que fue correspondido por el mayor, caminó hasta YoonOh y tomó su mano para jalarlo hasta la salida.

YoonOh caminó siguiéndole el paso al pequeño hasta que llegaron al auto. Ayudó a subir a Jeno y luego de acomodarlo en el asiento de atrás, comenzó a conducir con extrema precaución.

Cuando estaban a tan solo unas cuadras de la escuela, YoonOh miró su reloj y al ver que aún iban a tiempo, se detuvo y se giró para mirar al pequeño.

—Sabes qué mentir está mal, ¿cierto? —el menor asintió—. Aunque a veces es necesario... —Jeno lo miró confundido—. No puedes decir en la escuela que Jun volvió.

—¿Por qué? —preguntó triste, ya que era lo que iba a hacer en cuanto viera a sus amigos.

—Porque le dijimos a la escuela que Jun estaba enfermo.

—¿Jun está enfermo? —preguntó asustado.

—No, pero papi y yo mentimos porque era necesario hacerlo—hizo una mueca y el pequeño asintió cerrando su boquita con un candado imaginario.

Luego de despedir a Jeno en la entrada y de recordarle que no mencionara nada de XiaoJun, se dispuso a volver al auto, pero fue detenido por Kun, el padre de Yuqi.

—Buen día—le sonrió cálidamente—. ¿DeJun volverá pronto a la escuela? Lamento si estamos muy insistentes, pero los niños no dejan de preguntarme si TaeYong me ha dicho algo de él.

—De hecho ya se curó, pero el doctor recomendó que tomara unos días para reposar. Le preguntaré si quiere que los niños vayan a verlo y le diré a TaeYong que te avise.

—Sí, está perfecto—asintió con una enorme sonrisa—. En cuanto salgan de la escuela les doy la noticia—agradeció con una pequeña reverencia y se despidió de él.

YoonOh subió a su auto y condujo hasta la oficina para recoger las cosas que había olvidado. Se sintió tan mal cuando vio que su oficina ya estaba ocupada por quién sabe quién y que sus cosas las habían dejado en una pequeña bodega donde guardaban los insumos de papelería.

Se despidió únicamente de las personas con las que se llevaba bien, las cuales eran solo un par de secretarias y salió del edificio sintiéndose más miserable que el día anterior.

Volvió a casa y de inmediato se dirigió a su habitación. TaeYong estaba sentado en la orilla de la cama mirando a XiaoJun como si su vida le fuera en ello.

—Ahorita que se despierte, hago la cama.

—Déjalo dormir, no te preocupes—susurró y esbozó una sonrisa—. ¿Quieres bajar a desayunar o esperamos a Jun?

—Si quieres desayuna tú...

—No me importaría esperarlo—el mayor le agradeció—. Por cierto, me encontré con Kun y me dijo que los niños han estado muy inquietos por XiaoJun y que les gustaría verlo.

—Le diré en cuanto despierte. ¿Y cómo te fue en la oficina? —preguntó cuidadosamente.

—Bien—esbozó una sonrisa—. Voy a avisarle a papá que ya llegué—rio bajito y salió de su habitación para ir a la de su padre.

—¿Cómo te fue? —preguntó en cuanto su hijo entró y comenzó a abotonar su camisa.

—Si ir a tu ex trabajo a recoger tus cosas y ver tu oficina ocupada significa "bien", entonces sí, me fue de maravilla—sonrió falsamente y se sentó en el borde de la cama para dejarse caer lentamente sobre su espalda.

Bizarre [JaeYong]Where stories live. Discover now