vii. trouble at arrakis

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──Según el último reporte enviado por Killian y de acuerdo con los alimentos producidos y otras evidencias, se estima que el complejo que visitaron albergaba como mínimo a diez mil personas. Su jefe les dijo que mandaba un sietch de dos mil hogares. Tenemos razones para creer que las comunidades sietch son muy numerosas.

──La estimación Harkonnen era de 50000 fremen. Según su lógica y los datos, son cinco sietches, ¿no existe la posibilidad de que hayan más de cinco sietches?── comentó Kegavie.

──Lo más probable es eso── replicó Thufir──. Los sietches están muy bien escondidos.

Otro hombre, al extremo de la mesa, carraspeó y preguntó: ──¿Es cierto que tienen tratos con los contrabandistas?

──Una caravana de contrabandistas abandonó el sietch donde se hallaban Idaho y Killian con un pesado cargamento de especia. Usaban bestias de carga y parece que iban a emprender un viaje de dieciocho días.

──Parece── dijo Leto──. Que los contrabandistas han redoblado sus operaciones durante este período de desórdenes.

──No conviene ocuparse mucho de las fragatas sin licencia que operan a lo largo del planeta, siempre lo han hecho en todos los planetas── Kudar intervino──. Es mejor dejarlos trabajar bajo la condición de una cuota, en Fénix utilizamos el diezmo marcal doble. De esa forma subsiste el gasto público y la economía se desarrolla.

Fénix era conocido por ser un planeta extravagante, al que llegaban especialmente telas de todos los tipos, exquisitas y finas, también era un mercado clandestino de metales y drogas.

Leto asintió.

──Entonces, Gurney, deseo que tomes el mando de una delegación, una embajada si prefieres llamarla así, para contactar a esos románticos hombres de negocios. Diles que ignoraré sus operaciones durante tanto tiempo como me entreguen el diezmo ducal.

──¿Y si el Emperador llega a saber esto?── preguntó Gurney──. Es muy celoso de sus beneficios de la CHOAM, Señor.

Las miradas fueron a Kudar.

──Nosotros hemos puesto el diezmo doble a nombre de Lady Kegavie, por su cercanía al título de Marquesa que pronto le será concedido, pero delegamos una parte de este, generalmente el 25%, a las arcas de su Majestad, Shaddam IV── el Gran General explicó moviendo sus manos con energía──. En este caso, se podría poner la integridad del diezmo a nombre de su Majestad, el Emperador Padishah y se puede deducir legalmente de la suma que cuestan las fuerzas de apoyo.

──Haremos eso── concordó el Duque──. Así conseguiremos arruinar a algunos de los que se han enriquecido con el sistema Harkonnen de tributos. ¡No más ilegalidad!

Una retorcida sonrisa asomó al rostro de Halleck.

──Ah, mi Señor, un hermoso golpe bajo. Me gustaría ver la cara del Barón Harkonnen cuando lo sepa.

──Thufir, ¿tienes esos libros de cuentas que me dijiste podías comprar?── cuestionó el Duque girándose hacia Hawat.

──Sí, mi Señor. Los estamos examinando detalladamente. Pero ya les he dado una ojeada, y puedo darle una primera aproximación.

──Adelante pues.

──Los Harkonnen realizan un beneficio de diez mil millones de solaris cada trescientos treinta días estándar.

DARK RED ━━ atreidesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora