Capítulo único

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NOTAS: Primero, este fic está ambientado después de Greed Island, peeeeeero sin que Gon y Killua hayan usado la carta "Acompañar" y dado con Kaito. No supe en dónde más ubicarlo, ya que mi idea era hacerlo luego de que Gon se hubiera encontrado con Ging, pero Killua estaba con Alluka, ya, y le prometió estar a su lado por siempre. Y el reto consistía en Gon, Kilua y Canary, por lo que quise ponerlo allí nnU Y otra cosa: aunque "Mito-san" suena muy bien, usé "Tía Mito" porque me parece correcto. Es decir, hablo castellano, no japonés :P Pido disculpas a quién ofenda todo esto.

Disclaimer: los personajes de la serie "Hunter x Hunter" no me pertenecen, sino a sus repectivos autores (Yoshihiro Togashi, MadHouse, etc.)

"Te quiero"

Capítulo único

Todo le daba vueltas. El frío se le calaba en los huesos como si éste fuera capaz de penetrar en la piel como si de un filoso cuchillo se tratase. Estaba empapada de pies a cabeza y lo único que su mente decía "¡Amo Killua! ¿Dónde está?", desesperada.

El barco en el que se encontraba estaba desierto de gente, pero soportando una tormenta fiera: se había dormido, oculta, entre unos cajones y barriles, no oyendo al capitán donde advertía del fenómeno climatológico. Consecuencia: se había quedado en cubierta y, para cuando despertó, estaba casi al borde de caerse de la nave, empujada por unos barriles que se mecían al compás de las turbulencias.

A rastras, gateó por el suelo mojado, usando la poca lucidez cerebral que tenía para acercarse a la puerta de la cubierta que conectaba a la parte baja del barco, donde se encontraban los camarotes y demás. Golpeó como si su vida dependiera de ello: había estado alguna que otra vez al borde de la muerte, pero… ¡no podía darse, ahora, el lujo de eso! ¡No mientras pudiera servir a su amo Killua y la familia de él!

La puerta se abrió: sus ojos borrosos distinguieron el brillante iris azul y el cabello blancuzco del muchacho, de su amo. Seguro pronunció su nombre o algo parecido, porque vislumbró, a duras penas, cómo movía su boca. ¿Pudo ver el semblante preocupado? No del todo: quiso ponerse de pie, para bajar por la escalera, pero perdió el equilibrio, desplomándose por la debilidad, en brazos del chico, sin percatarse de ello.

¿Cuánto tiempo había estado bajo la tormenta? Quién sabe, pero tiritaba como una planta débil y estaba tan empapada que seguro la lluvia se le había metido hasta en los nervios.

— ¡Señorita Canary, menos mal que despertaste!

Vaya fuerte dolor de cabeza… ¿Qué pasó? Ah, le llegaba todo como un recuerdo lejano: ella dormida, la tormenta y siendo azotada por la misma. Con dificultad, quiso sentarse, pero una mano de piel clara como la nieve se lo impidió: su amo, Killua Zoldyck, la miraba con cierta preocupación y, con un movimiento de cabeza, la invitó a que se recostara de vuelta. Así hizo.

—Volabas de fiebre —un muchachito, con la voz estridente, enérgica y fuerte, le hablaba, aliviado. Parecía contento—. Te abrieron la puerta y, ¡pum! Te desplomaste frente a Killua —la morena se exaltó y quiso pedirle disculpas al albino de manera desenfrenada, pero éste la intentó convencer que no había problema alguno—. Pero ya estás bien, y eso es lo más importante —Gon Freecs, el mejor amigo de su amo, le transmitía tanta paz y energía en sus palabras, que se relajó un poco—. De todas formas, ya te bajó la fiebre y estamos llegando a Isla Ballena —comentó eso último con una sonrisa de oreja a oreja. Corrió hasta la ventana del camarote y lanzó un pequeño gritito de alegría, emocionado: ¿y quién no? Se trataba de su hogar….

—Amo Killua —empezó, débilmente, la chica. El nombrado la miró: estaba sentado a su lado, con el mismo semblante de siempre—, siento mucho tener que pedirle ayuda con esto tan tonto…

Te quieroWhere stories live. Discover now