Ya nada puede matarme,
Yo morí ese día frente al espejo
Cuando me miraba a lo lejos
Y sin entender por qué mi reflejo,
Era de una niña cruel
Sin sentimientos,
Que había dejado de sonreír
Y que se lamentaba de vivir,
Que le gustaba soñar,
Pero con ya no estar
Aquí, ese día
En el que sus planes cambiaron,
Aquel momento
Que no asomaba en su calendario,
Su frustración perpleja
Que la dejaba sola con su conciencia
La misma que le decía
No te rindas con vos apagada
Por la oscuridad de mi alma,
Adolorida por el recuerdo,
De cada herida y lamento
Que había pasado con el tiempo,
Llegando así el completo silencio.-ꪑꪖ𝕣ⅈρꪮડꪖ ᥴꪖ𝕣ꪑꫀડí-
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𝑫𝒖𝒍𝒄𝒆 𝒇𝒊𝒄𝒄𝒊ó𝒏, 𝑻𝒓𝒊𝒔𝒕𝒆 𝒓𝒆𝒂𝒍𝒊𝒅𝒂𝒅.
PoetryTodo aquel que haya probado el dulce sabor de leer una historia en la que se combinan varias sensaciones de seguro leyó poesía, donde cualquiera se puede quedar enganchado con su sabor a libertad y misterio, puesto que cada línea revela un secreto...