Reki es un trabajador responsable y dedicado, ansiaba que llegara el día del los anuncios de ascensos, pero aquel tan deseado sueño sería otorgado a un recién llegado canadiense.
Los tranquilos días en la oficina de la empresa SK8 comenzarán a albo...
- ¡Felicitaciones Reki! No sabes lo contento que estoy al saber que tu proyecto finalmente fue elegido - felicitó Joe mientras abrazaba y despeinaba al muchacho.
- Era un proyecto genial, no tenía falla alguna, realmente merecía ganar... Sin ofender Langa - comentó Miya.
- Miya y Joe tienen razón, además pusiste mucha pasión en ello y eso le da un valor agregado al trabajo - dijo Cherry.
- Muchas gracias chicos, no puedo esperar para contarle a mis padres - dijo Reki emocionado.
- Bueno, esto merece una celebración ¿O no? - dijo Cherry entusiasmado.
- ¿Y para qué? Para que te embriaguez y termines bailando en el piso con pasos de oruga - bromeó Joe.
- Y otras cosas... - Miya soltó aquella frase y cubrió su boca mirando hacia otro lado mientras Cherry lo asesinaba con su mirada.
- Una celebración me parece buena idea, mi departamento es bastante espacioso y podríamos hacer alguna pequeña fiesta algún día - ofreció Langa.
- Me parece buena idea, la cocina de Langa es grande y Joe podría preparar sus famosas pizzas - dijo Reki recordando las veces que había probado los platos de Joe.
- ¿Y tú cómo sabes que la cocina de Langa es grande? - preguntó Joe con una mirada pícara.
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Reki se sonrojó y miró hacia otro lado mientras silvaba.
- Entonces pizzas en mi casa ¿Qué les parece el fin de semana? - Langa intervino nervioso.
Todos aceptaron, sería la primera vez que Langa estaría de anfitrión en su casa con amigos, la idea lo emocionaba y sobretodo saber que ahora Reki y el nuevamente eran amigos.
Reki llegó a su departamento e inmediatamente llamó a sus padres por videollamada.
- ¡Reki! Hijo mio ¿Cómo estás? - al otro lado de la pantalla estaba su madre Masae, una mujer castaña y pequeña, con unos ojos risueños igual que su hijo.
- Estoy bien gracias mamá ¿Está papá en casa? Necesito contarles algo.
- Si está, deja llamarlo... ¡CARIÑO REKI ESTA EN UNA VIDEOLLAMADA Y NECESITA HABLAR CON NOSOTROS! - gritó Masae.
El padre de Reki era un hombre delgado, de anteojos y poco cabello, estaba con su camisa desordenada y los anteojos torcidos.
- Hola hijo, disculpa mi apareciencia, es que jugaba con tus hermanas Nanaka y Chihiro... Esas niñas tienen una energía de otro mundo - comentó su padre.
- Es la sangre Kyan, cuándo niño yo era igual de hiperactivo - recordó Reki.
- ¿Y que es lo que nos tienes que contar hijo? Me dejaste intrigada.
