Amor retorcido

HERIDA

El chico se abalanzó sobre mi, acomodándose de esa manera encima del sillón con una sonrisa ladina.

—¿Qué pasa si hago esto?

Se acerco a mi cuello y lo comenzó a lamer, haciendo algunos chupetones.

—No, no lo hagas...

De mi cuello pasó a mi oído lo mordió solté un pequeño gemido, el hizo una sonrisa burlona, aún encima de mi puso una pierna en medio de las mías y otra a un lado, ahora descubrió un poco mi pierna, empezando a masagearla de arriba hacia abajo.

—Juuzou...- me comenzaba a sentir caliente, o por lo menos si sentía un cosquilleo en el vientre, sabía lo que eso significaba.

—¿No se siente bien?—dijo aún tocándola, subiendo un poco el tacto.

—N-no es eso... Sabes que si me gusta...

Pareció no importarle nada, eso pensé cuando siguió con los besos, bajándolos poco a poco. Por pueo instinto comencé a meter la mano en su estómago cuando sentí algo raro, era una herida, abrí los ojos y lo aparté de mi, levantándome un poco.

—Espera ¿que es esto?

Levanté su camiseta, enseguida mis fosas nasales se impregnaron al olor a sangre y vi una gran herida que atravesaba su abdomen, estaba mal cosida y parecía un poco infectada.

—Ah~ esto, no es nada— río despreocupadamente -No me duele.

Rápido lo aparté para sentarme, sabía que no le dolía.

—No porque no te duela no se significa que no puedas morir por esto— dije en un tono preocupado.

Fui por un botiquín de primeros auxilios y regresé con el, le quite las camisetas, también quite las puntadas de la herida esta se abrió un poco.

—¿Te duele?

—No...Hace cosquillas.

Limpie un poco la sangre, desinfecte la herida...olía delicioso...trataba de contenerme, ya me había acostumbrado a su olor pero su sangre sus entrañas... imaginarlas parecía delicioso, me mordí el labio con fuerza, pero debía de trabajar rápido, saqué ma aguja e hilo, haciendo las puntadas, las manos me temblaban, era difícil poder hacerlo bien, terminé poniendo una gasa, no iba a hacerle nada, no podía.

—Ya... Ya he terminado.— concluí, nerviosa.

Me levanté y camine hacia donde estaba el baño.

—¿Uh? ¿A dónde vas?

—No me siento bien... ¿Podrías poner las cosas con sangre en una bolsa y tirarlas en el cubo de basura?

Fui lo más rápido que pude al baño, oliendo la sangre de mis manos y lamiendola pero después volví en sí... No era bueno hacer eso, rápido las lavé que aún tenían su sangre cuando toco a la puerta, por lo que me apure, secando ellas y abriendo la puerta.

—(Apodo)~ Sal de allí~ vamos quiero jugar un poco ¿Porque te fuiste así?— pareció que miró un poco de sangre en la comisura de mis labios, por lo que sólo sonrió. —Es broma, ya sé que es por mi. Te tengo un regalo ven...

Me tomo de la mano y fuimos a mi cuarto, como si no le hubiera importado lo que había pasado anteriormente, en mi cama había una bolsa con algo adentro

—Toma, póntelo.

Me dio la bolsa saqué lo que estaba adentro era un... ¿un conjunto de ropa interior? A decir verdad estaba lindo, tenía encaje y era blanco.

—¿Q-Quieres que me ponga esto?— aclaró.

—Si, lo vi cuando venía y me pareció lindo, así que lo quiero verlo en ti.