Capitulo 10: El pasado

Magsimula sa umpisa
                                    

Me llevaron al hospital, y los doctores dijeron que era muy poco probable a qué yo sobreviviera. Solo quedaba rezar para salvarme.

Y milagrosamente viví. De alguna u otra manera, seguía vivo.

Pero... Tuve que perder la vista.

La lesión fue tan fuerte, que me hizo perderla. El golpe que recibí al impactar contra el suelo, golpeó uno de los nervios que va del ojo al cerebro, al golpearme, perdí la vista.

Estuve internado al menos dos meses, y con una venda en los ojos. Tuve que acostumbrarme a no volver a ver lo linda que era la vida.

Mis amigos se alejaron de mi por completo. Mi novia en ese entonces, me terminó, cuando se enteró que yo había perdido la vista.

Todos ellos se alejaron de mi. Pero siempre tuve un amigo, que a pesar del tiempo, me iba a visitar.

— ¿Y sabes que más ocurrió? En ese momento, la profesora me llevo a dirección, y dijo que yo jamás volvería a ver.

Shace siempre estuvo conmigo. Durante ese tiempo, contándome anécdotas, leyéndome libros, ayudándome en terapias... Por su puesto que valorare eso por siempre.

Tuve que aprender muchas cosas, tuve que enseñarme a hacer de mi mismo alguien útil. Adopté a Gomita, quién estaba entrenado para ser guía de personas con discapacidad visual.

Aprendí a tomar todo con humor y sarcasmo como mejor se daba en mi.

Asi, hasta el día de hoy.»

Me quedé por unos segundos mirándolo. Sus ojos grises demostraban una expresión profunda de tristeza. Sentí la necesidad de abrazarlo, pero me contuve. Mis ojos estaban llenos de lagrimas. No puedo creer que lo hayan abandonado solo por eso, lo abandonaron cuando él más los necesitaba. Me percaté de que el pelinegro estaba apretando la almohada con su mano. Apreté mis labios y me contuve más.

Tal vez Elliot recibió una segunda oportunidad, y eso fue lo mejor. Por qué si él no se hubiera salvado, yo...

Nunca abría conocido a tan lindo ser.

Lágrimas bajaron de mis mejillas y sentía como mi corazón se encogía. Él no merecía eso, pero no podía hacer nada al respecto.

— Lo siento mucho Elliot — dije con la voz entrecortada.

— No Ness, no pidas perdón por una necedad adolescente — una sonrisa se formó en su rostro — Además, que bueno que soy ciego, así no veo tus muecas horrendas.

En cualquier momento hubiera protestado, pero en este momento solamente me reí entre lágrimas.

Ambos nos estábamos riendo como unos tontos.

— Me alegra haberte conocido — susurré.

Elliot sonrió de lado, y cerró los ojos.

— Yo también Ness, yo también...

Con eso último perdí lo poco que logré en contenerme. Quite la almohada de en medio y sin más, lo abracé. Él se quedó estupefacto en su lugar, parecía que lo tomé por sorpresa. No tardo mucho en abrazarme igualmente, ambos con nuestros cuerpos topándose y apretándose el uno contra el otro. Hundí mi cara en su cuello, así como él lo hizo en mi cabello; olía delicioso, un aroma limpio y cálido. Parecía que nos habíamos acomodado a la perfección y encajado como unas piezas de rompecabezas.

Si tenía insomnio hace diez minutos, Elliot lo ha curado... así como mis heridas del pasado.

Ƹ̵̡Ӝ̵̨̄Ʒ

El amor es Gris [Libro #1 Completa ✓]Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon