Mimosa - Nadie sabe que te quiero

C078 - ¡Vete al infierno, Ji Xinglan!

Una vez que los alfas se fueron juntos, Yan Qiu lanzó un lento suspiro.

 En este momento, Ji Xinglan seguía tocándolo, y Yan Qiu estaba preocupado por hacer una conmoción, por lo que nunca se resistió, pero este tipo de acuerdo silencioso hizo que Ji Xinglan recorriera una milla después de tomar una pulgada. 

 En este momento, eran los únicos que quedaban en el baño. Ji Xinglan continuó mordiendo y lamiendo su cuello y Yan Qiu golpeó suavemente su cabeza.

―Deja de morder, ¿quieres? Tenemos clase en media hora, ¡apúrate y termina de ducharte!  

Yan Qiu no era muy intimidante con su rostro completamente rojo. Estar desnudo tampoco ayudó.

Ji Xinglan ignoró su advertencia y con calma apretó un poco de jabón en su palma. Lo untó por todas partes y le dijo a Yan Qiu: ―Date la vuelta.

Yan Qiu originalmente quería mirarlo, pero cuando vio sus profundos y hermosos ojos y su cabello goteando, lo encontró realmente sexy.

Recordó que alguien dijo que querían dar a luz a los hijos de Ji Xinglan mientras estaban en el campo de fútbol. Al final, Yan Qiu cedió como un idiota cobarde.

Debería ser él quien haga esa tarea.

Yan Qiu bajó los ojos húmedos y se mordió el labio mientras se giraba obedientemente. Presionó sus manos en la pared y dijo después de darse por vencido: ―... E-Entonces, date prisa.

Le dejaré hacer lo que quiera por última vez. Pensó Yan Qiu. Si sale la prueba y Ji Xinglan realmente me mintió, entonces puede olvidarse de divertirse tanto en el futuro.

Ji Xinglan se divirtió un poco en el baño con Yan Qiu por un tiempo y lo ayudó a lavar las burbujas con satisfacción.

A pesar de que se enfrentó a la situación de ser descubierto, cuando Yan Qiu lo recordó, todavía lo encontró un poco emocionante.

¿Dónde aprendió Ji Xinglan tantos trucos?

Cuando regresaron al vestuario, los demás compañeros ya se habían ido.

Yan Qiu se sentó en una silla con una toalla alrededor. Levantó sus débiles piernas y pateó las pantorrillas de Ji Xinglan, pero no había fuerza detrás de eso.

―¡Dijiste que pasarías solo veinte minutos! ¡La primera clase terminará pronto! ¡Sun Mang me va a matar si me salto su clase! 

Ji Xinglan se estaba limpiando el cabello. Cuando escuchó esto, miró hacia arriba, y una pizca de diversión apenas perceptible brilló en sus ojos. Dijo con calma: ―No te preocupes, el maestro no te hará nada.

Yan Qiu todavía quería discutir con él cuando Ji Xinglan le lanzó una mirada aguda y cambió su tono. ―Parecía haberlo disfrutado mucho.

―... ¡No lo hice! ¡Deja de tonterías! 

Yan Qiu parecía estar advirtiéndole ferozmente, pero cuando giró la cabeza hacia un lado, sus orejas estaban rojas.

Sin otro sonido, Yan Qiu se vistió y arrojó su toalla sobre esa persona desvergonzada antes de salir.

Si continuaban retrasándose, Yan Qiu podría olvidarse de ir a clase.

Yan Qiu se sintió un poco frustrado, aunque no sabía si la frustración estaba dirigida a él mismo o a Ji Xinglan.

Sintió que era simplemente estúpido. ¿Por qué estaba tan... obsesionado con Ji Xinglan?

Xie Yu ya le había enviado un mensaje diciéndole que había comprado el test de embarazo.