- Eres tan linda... -dijo Mikey.
- No soy linda, eres tú el que me ve de esa manera. -contesté.
-Tú, eres linda, la más linda de todas.
●><●
☆ Los personajes pertenecen al creador de Tokyo Revengers, menos la protagonista y los demás personajes no...
A pesar de que me acababa de levantar, ya podía ver con claridad. Realmente empecé a ver con claridad cuando Julia me dijo eso.
Me levanté y la miré con odio.
- muchisímas gracias por destruir mi estabilidad emocional -le dediqué una sonrisa irónica que terminó en una mueca de odio. Yo a diferencia de ella, seguí hablando japonés.
Metí mis manos en los bolsillos y me fuí de aquel lugar.
Ni siquiera miré a Chifuyu que estaba al lado de mi amiga.
Fui hacía la azotea.
No quería llorar, más bien no podía, ya no me quedaban más lagrimas que derramar.
Me apoyé en unas de las paredes y cerré los ojos.
- así que aquí estas...
Abrí un ojo para ver de quien se trataba, Manjiro estaba delante mio.
- ¿nos escondias tantos secretos y estabas tan tranquila? -estaba enojado, se le notaba en su tono de voz.- todos te dimos confianza...
- que hubiera cambiado si os lo hubiera contado... -tenía los dos ojos mirándole fijamente.
- muchas cosas... cambiaría nuestra amistad... -dijo enojado.- pero preferiste ocultarlo echando por la borda la confianza, yo estaba dispuesto a contarte todo y t- -lo interrumpí.
- ¿tú me has contado todo? ¿Me has contado todos tus problemas?... -éste no contestó.- Manjiro... si me conocieras, te darías cuenta de que se me hace muy difícil hablar de mis emociones, pensamientos o cosas sobre el pasado... -me levanté.- me esfuerzo cada día dando lo mejor de mí... y ¿me dices esto? Estoy sufriendo, no estoy bien... si eso querías saber, pues ya lo sabes...
Salí de aquel lugar y fui a visitar a una persona, luego fui a la sala de espera.
Al ir me si cuenta, de que faltaba una persona.
- ¿dónde está Kazu? -pregunté al no ver al de los mechones rubios.
- se ha ido -respondió Draken.
Miré a Mikey, estaba con una cara que expresaban muchas sensaciones, entre ellas, enojo y tristeza.
- ¿sabéis donde a ido?
Todos negaron.
Me iba a dar la vuelta para irme cuando recordé una cosa.
Saqué el móvil de mi bolsillo y se lo ofrecí a Julia.
- llama a tus padres, en T/país ya es de día, y deben de estar preocupados a no recibir noticias sobre ti... -ella asintió y aceptó el teléfono.
Ahora sí, me di la vuelta y fui a buscar a Kazutora.
Me recorría varios pasillos y nada. Fui a recepción para ver si lo habían visto salir, los de recepción.
Le pregunté a varias enfermeras y tampoco lo habían visto.
Mi desesperación se estaba apoderando de mi ser, me quedaba por ver el último pasillo. Al girar aquella escena pude ver a aquel chico de mechones rubios sobre el cabello negro. Estaba apoyado en la pared.
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