La cena familiar.

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−Debemos confiar en Tina.

−Ajá.

Me queda mirando manipuladoramente.

−Está bien no me inmiscuiré más.

−Yo creo que es una buena chica−Dice. −Dales su espacio.

−Ajá. −Digo. Lo que provoca sus miradas de reojo. −Enserio −Respondo

−Además es como querías que fuera... solo que no del lado correcto.

−Mi Tina es hija única, espero lo entienda, ya no me da la energía para más. −Digo. En eso la abrazo por la cintura y la acerco −más que para ti −Me inclino a darle besos, me responde unos cuantos.

Se aleja un poco recordando que es la ruda.

−Ya lo decidirá ella, te respeta mucho. No la subestimes.

−No lo hago, pero es que esa mocosa siempre me ha tenido con la adrenalina a flor de piel. −Las madres de Chloe, Ale y Sam iban por peleas, yo tenía que ir porque Tina era desobediente. Tenía buenas notas, pero se largaba del colegio y la perdía de vista. Aunque algunas veces la creadora de esos planes era Chloe...

−Hablaré con ella −Digo.

−Esa es mi chica − bosteza Noelle.

−Ven aquí y demuéstralo −demando. Espero mi hija esté en buenas manos. Hoy es libre.

Aquí cuidaré a su madre y a su puerca.


Un par de días después.

Ángela G.:

− ¡Perdón!

−No es suficiente.

−Argh, perdón por ser...−Me mira expectante, sus azules ojos burlones esperan a que termine la oración −una gusana de amiga. −Resoplo. −debí haber confiado en ti.

Aida y sus cosas.

− ¿Y por qué?

Escondo la risita.

−Porque eres la mejor amiga del mundo.

−Y... −Continúa.

−Eres la más linda −Levanta una rubia ceja. −Del mundo −Gruño.

−No te creo.

−Afloja un poco joder. −Reclamo− He sufrido con esto.

− ¡Y yo! −Chilla. − ¡Me gritaste! ¡me echaste de tu habitación! ¡me ignoraste por semanas! −Su mirada realmente se ve apenada – Y Catalina...

Compartimos una mirada y nos quedamos en silencio. Ese tema es horrible para ambas...

Como sea, desconfié de ella, pero... desconfiar de mi hermana no era una posibilidad. Ahora, no me parece tan loca la idea de que esté más del lado de papá, maldita consentida.

−Está bien, mi número de amigas no para de decrecer−Bromea moviendo ambos antebrazos teatralmente sobre sus piernas. −No me puedo dar el lujo de perder más − Sonreímos radiantes. Nos abrazamos.

− Eres la mejor −Digo.

Estoy feliz de que no tenga nada que ver, pero apenada porque mi hermana sea capaz de esto.

−Lo sé −Dice con obviedad. − ¡Pero no vuelvas a desconfiar de mí! −me mira indignada. −las hormonas no te dejan ver con claridad.

Me sonrojo.

Mi Pareja Perfecta IVWhere stories live. Discover now