Time / Soukoku

➺ Capítulo veintiuno: Revelación

—¿Entonces? ¿Odias a todo el mundo?

—He vivido durante mucho tiempo, durante ese tiempo he conocido a miles de humanos, a los que jamás terminé de comprender.

—Déjame ver si entendí ¿Te molesta no comprenderlos?

—Supongo— Dazai exhala profundo.

Chuuya desea retomar el tema, sin embargo, Dazai decide cambiar la conversación y empiezan hablar de trivialidades, mientras  esto ocurre, Chuuya trata de no observar a las personas que caminan a su alrededor, especialmente sus relojes, es por eso que odia los espacios pequeños y los sitios con aglomeraciones, ha hecho esto por años, aprendió a ignorarlos, sabe que eso lo convierte en un ser humano horrible, pero no puede hacer nada más que eso. Aunque no es eso lo que lo mantiene pensativo,  hoy es el aniversario de la muerte de Kouyou y es el día en que peor se siente. Tachihara se mantiene ocupado con un proyecto de la universidad por lo que es probable que no llegue a dormir, por lo que Chuuya no desea llegar al departamento y estar solo, por lo menos hoy no.

Vuelve a la realidad al ver cómo Dazai se atraganta con la pizza. Comida que dada la inestabilidad económica de Dazai, va a su cuenta.

—Deberías comer más despacio.

—Lo siento no he comido en un mes.

Chuuya espera que sea una broma pero dada la seriedad de Dazai, se convence de que habla con sinceridad.

—¿Y no te morías de hambre?

—Mi cuerpo está hecho de un material especial, no necesito ingerir alimentos para mantenerlo.

—¿Entonces por qué comes tanto?

—Nunca dije que no me diera hambre.

Chuuya pone los ojos en blanco al liberar un bufido y procede a levantarse.

—Voy a pagar la cuenta, debo irme.

—¿Ya te vas? No te vayas, prometo no pedir más comida.

—No es eso, hay algo que debo hacer.

—Oh, en ese caso voy contigo— Dazai murmura sin borrar una sonrisa a la vez que se levanta de la silla entre bostezos porque parece vencerle la pereza y el sueño.

—Uhmm tal vez no sea buena idea.

—¿Acaso vas hacer algo prohibido? ¿Tienes secretos? ¿Me vas a preparar una sorpresa?

—Haz lo que desees, puedes quedarte o seguirme— Chuuya levanta los hombros, despreocupado y abandona el establecimiento, cómo era de esperarse Dazai lo sigue.

—¿Sabes? He llegado a la conclusión de que   tal vez estamos buscando en el lado equivocado.

—¿A qué te refieres?

—Estamos buscando información de la Caja de Pandora en el mundo humano, dónde no hay mucha información al respecto. Deberíamos buscar en el mundo espiritual.

—Es posible.

Durante  el trayecto Dazai no deja de preguntar hacia donde se dirigen, lo que poco a poco agota la paciencia de Chuuya.

Se detienen frente a una puerta de madera negra, discreta pero elegante, con una placa dorada en el costado que decía 'Lupin'. Chuuya procede a tocar la puerta y una suave voz le responde indicando que puede ingresar.

Surge un breve silencio antes de que la puerta se abra para ellos.

Caminan directamente hacia el interior del establecimiento, cruzando el umbral hacia un pasillo de madera de chocolate negro, el propietario posiblemente es muy aficionado al revestimiento de madera. El tramo de la sala esta iluminado por apliques de pared, circulares y que representaban escenas de guohua lo suficientemente finas como para parecer pintadas a mano. Detrás del mostrador, la silueta de Oda los recibe, está de espaldas colocando los libros en su respectivo lugar.