Yo sólo quería seguir mi sueño de vivir en Francia y hacer mi vida fuera de mi ciudad natal. Y lo logré, logré salir de Colombia, logré estudiar fuera y fui demasiado feliz.
Pero en algún momento del camino las cosas comenzaron a salir espantosament...
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Cierro los ojos antes de abrir la puerta del auto para bajar de él.
-¿Estás bien? - la voz de Ethan me hace abrir los ojos rápidamente, suelto un suspiro y bajo del auto.
-Estoy bien campeón, no te preocupes, nos vemos más tarde - Ethan baja del auto detrás de mí y me acerco a él para darle un beso en el cabello.
-¿Tu me recoges? - pregunta.
-No creo que pueda pero nos vemos en casa, tengo que recoger a Nathalie - él sonríe, se despide una vez más con la mano y cuando entra al local regreso al auto.
Estoy un poco cansado, pero no tiene nada que ver con mi hija, ni siquiera con el deporte que practico, porque si bien me drena físicamente prefiero correr por las canchas que estar pensando en todo lo que estoy por hacer.
Mi celular no para de sonar, Andrea me llama todos los días para rogarme que por favor la deje ver a Nathalie y no voy a negar que hay una parte de mi a la que le destruye por completo saber que ella está ahí rogando una y otra vez, que hay ocasiones en las que he escuchado su voz llorosa, o en las veces que me ha llamado Charles diciendo que no soporta más verla de esa forma, que Andrea no es una persona que se deje destruir con facilidad y verla llorando no resulta ser muy agradable, tengo que admitir que en esas ocasiones eso me ha hecho sentir mal y pensar de mi mismo como una mala persona. Pero eso solo sucede en algunas ocasiones. La mayor parte del tiempo me siento espantosamente poderoso, ni siquiera sabía que me podía sentir tan bien por el sufrimiento de otra persona, pero me siento muy bien. Cuando ella me pregunta si por favor puede ver a su hija, cuando dice que no necesita que se la deje para dormir, que solo desea verla me hace sentir bien. Porque es lo que yo he hecho desde que ella llegó aquí, siempre he tenido que pedir permiso para poder ver a mi hija, incluso llamarla para preguntar si Nat puede pasar la noche conmigo con miedo de que ella diga que no solamente porque se suponía que no teníamos ningún tipo de familiaridad.
Aún me siento absolutamente furioso cada vez que pienso en el hecho de que ella me negó a mi hija cuando la visité, me siento furioso cuando recuerdo como me miró a lo ojos y me aseguró que Nathalie era suya y de Charles, es por eso que no puedo perdonarlos, porque tuvieron demasiadas oportunidades para decirme lo que realmente pasaba, pero ahora no puedo.
Desvío la llamada de Andrea una vez más y recuesto la cabeza en la silla. Nat está perfectamente bien, sigue siendo la misma niña feliz que conozco desde el inicio, sigue siendo el rayo de luz que vino para iluminar mi vida, la vida de mi familia. Hace un par de días inicié una pequeña remodelación en mi casa para adecuar el cuarto de Nat y para adecuar algunas cosas teniendo en cuenta que ahora tengo una niña de un año en mi casa y que si bien Nathalie es una muy buena bebé sigue siendo una bebé, lo que significa que su curiosidad la lleva a hacer cosas que pueden poner su vida en peligro y como padre ante todo quiero que mi hija esté bien.
