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Un once corría por aquel gran bosque, estaba nervioso ya que aquel tipo había visto su cara, temía en decirle a la criatura pero tenía que hacerlo, corrió con todas sus fuerzas hacia donde se quedaba con el lorax.

—¡Lorax!!!—grito el chico mientras corría a él

La criatura lo observó, lo veía muy agotado pero vio que Gredd no lo seguía eso ya era algo.

—once, necesitamos hablar así que por favor toma asiento— decía mientras miraba al chico

Once tomó asiento en aquel pasto, frente a su amigo —Escucha once, lo mejor para ti, será que te alejes del bosque por un tiempo—soltó mientras miraba el cielo

—¿Por qué? — pregunto mientras se ponía de pie, el no quería alejarse del bosque ya que ahí se sentía realmente bien, tenía a sus amigos los animales, podría hacer lo que más le gustaba y eso era cuidar el lugar ¿es por ese hombre?

Hubo un momento en silencio ya que el chico tenía razón, Gredd ya no era aquel joven que ayudaba a la naturaleza el ahora la destruia. — si es por el, ese hombre es peligroso y si sigues aquí puede dañarte —dijo mientras caminaba hacia dentro de la casa, once lo siguió

—Tengo una amiga su nombre es Audrey ella está encantada de que te quedes en su casa, también puedes ayudarla ya que tiene una florería -

El lorax miró la cara del chico este se veía triste y preocupado.—tranquilo estarás bien y el bosque también estará bien, en cuanto esto termine podrás volver al bosque

—once necesito que seas sincero, Gredd vio tu rostro?

—..... Si, lo siento fue un descuido mío









—se que estarás bien con ella, por favor cuidate joven, esto no es un adiós si no un hasta pronto —decía mientras abrazaba a él chico, se veía realmente triste

—si, cuídese

—en caso de que algo me llegue a pasar a mi o a el bosque, toma confío en ti..

Once observó que le habia dado una bolsa de semillas de todo tipo eso si era preocupante, más no dijo nada solo asintió y salió de aquel bosque
La noche aun estaba presente y con ella se desató un fuerte aire...

Un nuevo día llego los habitantes de la ciudad se veían animador, apesar de la terrible noche de once eso no haría que su actitud decayera al contrario se llevaría bien con las personas, quería ayudar, al entrar se dio cuenta de que no había ningún árbol, estos eran remplazados por robots ¿por que no hay árboles de verdad? En su totalidad todos eran robots, las plantas, animales el agua estaba contaminada y no sólo eso cualquiera que pusiera un dedo en aquella agua, por alguna razón terminaba de un color verde neón.

—¿Por qué? — era la pregunta que rondaba por la mente del chico, al mirar al cielo vio un gran globo y en el, el rostro del joven de la noche junto a otro tipo, eso sólo significa una cosa peligro.

Avanzó hacia dónde estaría la florería de la chica, la cual estaba un poco lejos, al llegar observó un local pequeño pero acogedor, un lugar muy lindo, al entra al lugar observó plantas de todos los colores y aromas (Muy lindo) pensó

—Hola, hola tu debes ser el!! - dijo una chica de cabellos naranjas, ojos azules y piel blanca, una jovencita muy bonita

—uhm creo que si, yo soy once el... - sus palabras fueron interrumpidas por las manos de la chica

—si, se quien eres, pero debes ocultarte sabes, el me comentó todo lo que esta pasando, pero no te preocupes yo te cuidare - decía mientras sonreia

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—Señor este es el papeleo de la semana y recuerde que tiene que ir a ver a O'Hare para firmar unos papeles

El chico de traje no dijo nada solo veía atravez de su ventanal, pensaba en aquella mirada azulada que vio en la noche, era una linda cara.—con qué el es tu ayudante eh, esto será divertido— dijo en voz alta, se paro de su gran escritorio y se dirigió a la puerta, dejaría sus cosas para más tarde o mañana —¡vamos Marie, el día es muy bello!

La chica solo siguió a su jefe, seria malo si cuestionaba sus ideas o opiniones, ya que el jefe era cruel con sus ayudantes, ella era suertuda por que no ha sufrido de los castigos denigrantes como sus compañeros, solo lo siguió en silencio, caminaron por la gran mansión, se apresuró para abrile la puerta de aquel lujoso auto, pero este negó

—Hoy quiero caminar, andando

Al caminar por la ciudad la gente se le quedaba viendo, era raro ver al famoso Gredd-ler caminando ya que este siempre estaba paseando en aquellos autos lujosos, no lo miraron por mucho tiempo ya que no querían problemas

—oh Marie, que haces cuando estas aburrida eh?

—suelo ir a una bella florería, ¿le gustaría ir?

—obviamente Marie






   🌹Flores🥀Where stories live. Discover now