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DANDELION !

Rodé los ojos y quité las manos de mis tíos de mi rostro.

—Estoy bien. ¿Y él cómo está?—pregunté directamente. Noté como mi tío Hen le dedicaba una breve mirada al chico junto a mí—. ¡Respondan!—grité—. Estoy aterrada—confesé, me paré sobre la punta de mis pies, pero no lograba ver nada.

—Está bien—respondió Austin, parecía feliz. Exhalé, no sabía cuanto aire había retenido—; despertó.

Quiero verlo. Mis labios se curvaron hacia a arriba y sentí como mis mejillas se acalambraban, pase por un lado de mi tío Hen, entré a la habitación, sentía como mis temblaban. Suspiré. Él estaba allí, me dedicó una sonrisa.

Hablé con él, no recordaba quién los chocó, pero sabía que su madre no había sobrevivido. Acaricié su hombro de derecho.
Dijo que nos escuchaba, cuando le leía, cuando peleaba con mis tíos, cuando lloraba.

Conversamos sobre todo, sobre todo lo que no habíamos hablado en años.

Terminó la hora de visita y lo abracé, duró tan poco a mi parecer, pero la enfermera ya había vuelto.

Alcé mi mano en modo de despedida, él me lanzó un beso colocando sus manos sobre su boca, le sonreí y salí.

Mi tío Hen agarró mi mano, pero mi mirada seguía fija en la habitación de mi padre hasta que la enfermera la cerró, volví mi vista al frente.

El trayecto a casa fue tranquilo y silencioso, aunque mis tíos parloteaban, no los escuchaba.

Me bajé de la camioneta, Austin se bajó conmigo, para mi sorpresa mi otro tío también se bajó junto a su hijo. No dije nada, pero me alegraba que él estuviera aquí.

Entré, subí hacia mi habitación, me acerqué al baño y abrí la llave de la bañera, me senté sobre el váter y pasé una mano por mi rostro. Amarré mi cabello en un tomate alto.
Cuando noté que ya estaba casi lista, me comencé a quitar la ropa y finalmente me metí, corté el agua, cerré los ojos unos segundos.

—o—

Abrí los ojos alarmada y desorientada, escupí la poca agua que había tragado, me senté rápidamente y noté que estaba aún más oscuro.

Me salí de la tina, saqué el tapón, me coloqué mi bata y salí de mi baño, todo estaba en silencio. Decidí bajar por un vaso de agua.

Oí los ronquidos de Austin y reí discretamente.

Me detuve en el marco de la puerta de la cocina, abrí los ojos sorprendida.

—¿Tampoco puedes dormir?—preguntó, su voz sonaba algo ronca, aclaró su garganta.

Coloqué un mechón de cabello detrás de oreja.

—Más o menos—respondí, apreté mis labios. Me acerqué a él, estaba apoyado en el fregadero, agarré un vaso de la alacena detrás de él—. Son muchas cosas en que pensar...

Se corrió de allí, abrí la llave y llené mi vaso.

—Volveré a mi habitación—murmuró JJ. Eso me tomó por sorpresa, me di la vuelta, quería detenerlo, pero de mis labios no salía nada.

Suspiré mientras lo veía cruzar el marco de la puerta.
Acerqué el vaso a mis labios cerrados y cerré los ojos unos segundos, paso mi otra mano por mi rostro. Tomé lo que me quedaba y caminé hasta las escaleras, me detuve en medio del pasillo al ver que había una luz que iluminaba algo del pasillo. No sé que se me cruzó por la cabeza, pero ya había cruzado la puerta de aquella habitación, JJ estaba en balcón se encontraba prendiendo un cigarrillo, pero al encenderlo supe que no era tabaco, se giró y frunció el ceño, lanzó su mechero a la cama.

-¿Qué sucede?- preguntó, se demoró en exhalar. 

-No puedo dormir...-balbuceé. Bajé mi vista hacia mis manos y la subí rápidamente-. Y te amo.

-Dan...

Bad decisions! ➖Outer BanksWhere stories live. Discover now