SUCESOS INESPERADOS

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Harry corría rápidamente a través del bosque prohibido, su respiración agitada empañaba sus lentes rotos y apenas podía ver las ramas a medio metro de distancia, no sabía cómo había llegado hasta ahí, solo que en su mente no podía dejar de escuchar los pensamientos de Lord Voldemort llamarlo.

—Harry, ven conmigo, ven...— pedía en casi un lamento la voz débil de Voldemort.

Sus piernas le rogaban un descanso pero su mente le ordenaba seguir hasta encontrar la seguridad del castillo, por lo que siguió corriendo por varios minutos hasta que pudo ver a lo lejos el antiguo castillo y para su suerte, unos cuantos rayos de luz solar se asomaban anunciando el amanecer, la sensación de esperanza no tardo en llegar por lo que corrió deprisa al castillo.

Abrió la enorme puerta que extrañamente estaba cerrada y salió corriendo al despacho de Dumbledore para explicarle lo sucedido cuando fue detenido por una voz grave.

—¡Ey! No puedes correr aquí —escuchó la orden y cuando se dió cuenta estaba en un hechizo de petrificación, sin poder moverse.

Aquel delegado estudiantil fue tranquilamente hacía el muchacho, sus pisadas, aunque no podía verle, sabía que eran firmes, de una persona con mucha seguridad, cuando llegó finalmente acabó el hechizo haciéndolo caer y golpearse el rostro contra las escaleras, se quejó levemente pero no tenía tiempo.

—Por favor, necesito ver a Dumbledore, es una emergencia. — suplicó Harry soltando lágrimas de la impotencia, solo quería acabar con esto.

El estudiante entrecerró los ojos observándolo de pies a cabeza, notando lo desaliñado y suplicante que se veía por lo que aceptó la petición, ya que de ambas formas terminaría acudiendo con el maestro para mostrarle al chico.

—Sígueme. — ordenó y avanzó en dirección a la oficina del hombre.

Harry se apresuró a seguirle, notando ahora lo extraño que lucía aquel estudiante, sin duda era un Slytherin pero su atuendo lucía diferente, mucho más formal que el uniforme común, incluso podría confundirse con un traje de no ser por la capa negra con bordes verdes que le cubrían, simplemente supuso que era un uniforme especial para una ceremonia o algo así. El prefecto lo llevó a una oficina extraña que él no conocía donde estaba Dumbledore, dejándolo entrar pero él se quedó fuera.

Al entrar notó que el director lucía un cabello ligeramente más corto, tal vez algunas arrugas menos por la cuenca de los ojos y sobretodo un estilo mucho más casual, con una camisa a juego con la gabardina que le cubría, no pudo evitar la sensación de que aquel hombre era mucho más joven.

—Bien muchacho, ¿qué te trae por aquí? —cuestionó el profesor al ver que el alumno quedó ensimismado viéndole.

—Profesor estaba durmiendo en mi cama tranquilo pero comencé a tener sueños extraños, sueños donde Voldemort me pedía que fuera con él al bosque prohibido y cuando me desperté, estaba a la mitad del bosque, aún escuchándolo susurrar mi nombre. — explicó apresurado el joven, sin poder evitar trabarse un poco por las emociones contenidas.

El profesor se quedó un segundo en silencio por lo que Harry pensó que estaba pensando en alguna respuesta para sus sueños, pero lo único que llegó fue una arruga en el entrecejo del mayor.

—¿Quién es Voldemort muchacho? — cuestionó el anciano con tranquilidad.

—¿A qué se refiere profesor? ¿Es una pregunta filosófica? — inquirió el ojiverde comenzando a alterarse. —¡Es un psicópata! — gritó alterado y cansado de aquellas preguntas.

En ocasiones el director tenía aires de filosofo y se preguntaba el porqué de las cosas, pero en esos momentos su desesperación lo embargaba, no podía detenerse a pensar quién era Voldemort o porqué hacía lo que hacía.

—Muchacho necesitas tranquilizarte. — sugirió Albus. —Toma asiento, dime tu nombre. —exclamó tranquilo ofreciéndole la silla frente a él.

Harry no pudo evitar dar dos pasos hacía atrás al oírle. ¿Tal vez seguía en un sueño? Lanzó un patronus, tan perfecto como todos los anteriores, en sus pesadillas, aún consciente, jamás había podido lograr invocar uno, se pellizco y el dolor le hizo confirmar lo obvio: estaba despierto.

—Profesor... ¿Usted me olvidó? — preguntó temblando.

—Lamento decir que sí, no recuerdo haberte conocido muchacho, ¿Cuál es tu nombre? — preguntó tranquilo el anciano.

—Me llamo Harry Potter... — en un susurró menciono su nombre y por primera vez en el mundo mágico se presentaba y la otra persona no le conocía como el niño que vivió.

Los rayos de sol ya eran lo suficiente radiantes para traspasar de forma efectiva las cortinas y colarse en la habitación, dejando ver aquel periódico en el escritorio fechado con el 13 de Agosto de 1944 pero que no parecía desgastado en lo absoluto, se veía integro e incluso reciente, Harry al ver eso sudó frío y no pudo evitar marearse, aquel no era su año, comenzó a hacer cuentas, aquel año Voldemort debería tener aproximadamente 17 y el mundo mágico estaba en un gran apogeo, él había viajado a la época dorada del mundo mágico.

—¿Potter? — cuestionó extrañado. —No sabía que los Potter habían tenido un nuevo mago en la familia. —

—Señor, eso es porque no soy de este tiempo. — explicó esperando que el profesor se riera o le calmará diciéndole que aquella era una tontería pero aquello no llego.

Al contrario de lo que pensó, el adulto simplemente abrió los ojos sorprendido y miró a aquel cajón que se encontraba con llave en su escritorio, lo abrió con sumo cuidado y sacó un pequeño reloj de aspecto ligeramente opaco, lo colocó en el escritorio para que Harry lo viese.

—Debo de admitir que jamás había escuchado de un viajero en el tiempo que pudiera saltar años pero es posible, dime muchacho, ¿usaste un giratiempo como este? — 

Harry miró intrigado el giratiempo, notando que era igual al que tenía Hermione hace unos meses, el que habían usado para salvar a Sirius, únicamente le faltaba aquella cadena que usaba su amiga.

—No señor, no use ningún giratiempo, cuando dormí estaba en la escuela pero al despertar estaba en medio del bosque prohibido. — recordó extrañado.

—Bien muchacho, por favor, no me digas más de lo que sucede en tu tiempo, aquello podría afectar gravemente la linea temporal. —

—¡Pero señor usted no entiende! ¡Podríamos detener a Voldemort! — replicó Harry en gritos hasta que fue interrumpido por el mayor.

—Escucha Harry, los viajes en el tiempo no son una ciencia exacta, si me dices lo que ocurrirá en el futuro y cómo tu mencionas detenemos a ese tal Voldemort, entonces en el futuro podría suceder algo peor a lo que Voldemort hará, tu existencia, la de tus padres, la de todas las personas que conoces estará en peligro, además, podrías jamás regresar. — explicó el mayor.

¿Alguien peor que Voldemort?

¿Era eso posible?

—Entonces... ¿qué debo hacer? —

—Existe la posibilidad de qué hayas abierto una grieta temporal, una especie de universo alterno, puede que nada de lo que sucede en tu futuro suceda en esta realidad, es posible que no exista un "futuro" al que puedas regresar muchacho. — dijo mientras se tocaba sus largas barbas.

—Eso quiere decir... ¿qué podría quedarme aquí toda mi vida? — cuestionó el ojiverde asustado, sus manos comenzaron a temblar.

—Me temo que sí. — sentenció el mayor.

Holaaaa este fanfic está desarrollado sin basarse en el libro, mencionaré varias cosas pero la mayoría es inventado c:
Espero les guste
Próximo capítulo con Tom 💚

VIAJE EN EL TIEMPO (TOMARRY / HARRYMORT)Waar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu