43. Te quiero, ¿me quieres?

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—Listo, amo— Ayano dejo el peine sobre su cómoda y desdoblo más su edredón para que ambos lados de la cama fueran descubiertos —. ¿De qué lado quiere dormir?

—En la orilla.

No quería que ella escapara de su lado en medio de la noche. Era mejor acorralarla para que no tuviera escapatoria.

La televisión se apagó, y ambos se acomodaron a su gusto bajo las sabanas, quedando frente a frente. Cerraron sus ojos al mismo tiempo luego de que ella le deseara buenas noches, agotados por la escuela, el trabajo y luego todo su espectáculo de amo y sirvienta, cayeron dormidos para aprovechar las tres horas que les quedaba de sueño, cuatro si decidían llegar apenas a tiempo a la escuela.

Por desgracia para Info-kun, quién tenía que madrugar, su alarma lo despertó de muy mal humor apenas una hora después. Entre gruñidos se sentó, soltando maldiciones y deseándole la muerte a quienes si podían seguir durmiendo.

Una mano se sujetó de su antebrazo derecho, volteó con el ceño fruncido y encontró a la chica bostezando mientras se arrastraba más cerca de él. Estaba más dormida que despierta, pero parecía entender bien como se encontraban porque lo jalo devuelta a su lugar, acostándolo, y lo abrazó con fuerza poniéndose encima de él.

—No te vayas— balbuceo —. Quédate más...

—Suelta. Debo irme.

—No me... dejes, por favor...— guiada por sus deseos, los labios de la asesina se elevaron y besaron con cuidado la mejilla del contrario, quién se quedó petrificado y con la mente desconectada por varios segundos —... te quiero... aquí...

Info-kun hecho a la basura el tiempo, las alarmas que aun iban a sonar y hasta a su hermana que pronto lo esperaría en Akademi. Dejo de importarle todo lo que debía hacer para tomar a la chica y, en un giro cambio lugares poniéndose encima de ella.

Al diablo si era brusco y la lastimaba, al diablo que no tuviera puesta su máscara. Lo único que queria en ese momento era tomar a Ayano Aishi de una vez por todas, y era lo que iba a hacer.

En un corto quejido que la azabache liberó por el cambio de posiciones, Info-kun se apresuró y unió sus bocas causando un beso desenfrenado, tosco y muy torpe. Era de esperarse, él no había besado a nadie desde la primaria, no tenía ninguna experiencia en eso. Pero ya no pensaba resistirse más, necesitaba probarla y tocarla al menos un poco por todos esos años en que solo había fantaseado con su imagen.

Ayano correspondía vagamente por aun estar dormida, no se esperaba que ella fuera de sueño tan pesado, pero no era como que le molestase pues asi podía hacer más sin que ella lo notase. Bajó sus manos, que hasta ese momento estaban a cada lado del rostro de la asesina, y mientras que con una acariciaba la pierna de la chica, con la otra tocaba su abdomen bajo el pijama.

—Ayano— suspiró contra sus labios cuando los soltó para poder respirar —. Te amo, Ayano Aishi.

La había hecho desde que la vio por primera vez. En su vida, no había otra chica a la que quisiera a su lado más que a la asesina bajo su cuerpo. Solo ella lo hacía ver más allá de las mentiras y los favores, hasta lo hacía sentir cierta compasión. No quería a nadie más. Solo a ella.

«Te amo— murmuró de nuevo el pelirrojo, dejo de besarla en los labios para bajar a su cuello. De la misma forma, dejo de solo acariciar su abdomen y procedió a levantarle la blusa del pijama. La sintió temblar y no pudo hacer más qué sentirse satisfecho por como la hacía reaccionar. Él hacia que ella actuara asi, y le encantaba.

—Te... amo...— las mejillas de la yandere se sonrojaron, tanto por las sensaciones que sentía como por la vergüenza de admitir sus sentimientos. A Info-kun le daba ternura como arrastraba las palabras, era tan linda cuando hacía cosas estando dormida —...mucho... Oko-senpai.

El amor de tu vida | Yandere Simulator (Ayano x Male Rivals)Where stories live. Discover now