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"¿ARE YOU OKAY?"episode one

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"¿ARE YOU OKAY?"
episode one




Nunca me han gustado las mañanas, no son mi cosa favorita en el mundo. Y es que por más que intente dormir hasta tarde mi cuerpo parece que tiene un reloj interno y apenas me despierto no puedo volver a dormirme. Siete de la mañana ya estoy levantada y caminando al baño a ducharme, no importa si sea fin de semana, siempre a las siete más tardar a las ocho.

Yo y mi padre nos mudamos hace un año a la reserva, luego de la muerte de mi madre necesitábamos un nuevo aire, honestamente creo que fue la mejor decisión que pudimos tomar.

Bajo las escaleras ya completamente lista para la escuela.

— Buenos días cerdito. — Me saluda papá apenas entró en la cocina. Le pongo mala cara y le levantó el dedo de en medio mientras me dirijo a la nevera escuchando su carcajada.

— Te dije que dejaras de llamarme así. — Fruncí el ceño, molesta.

— y yo te dije que no dejare de llamarte así. — Me sonríe divertido, me limitó a rodar los ojos fastidiada mientras me siento a su lado en la barra para desayunar.

Me empezó a llamar así desde que llegamos aquí, habíamos estado pintando la casa y el se había resbalado con un poco de pintura y golpeó un mueble al hacerlo, este tenía todo un tarro de pintura blanca arriba así que no fue sorpresa cuando cayó todo encima de él. Yo me reí tanto esa vez que empecé hacer sonidos de cerdo y la tortilla se dio vuelta, no era yo quien se burlaba si no mi padre.

Fue algo embarazoso ya que nunca me había pasado. Desde ese día suele llamarme así cuando está de muy buen humor. Afortunadamente no lo hace frente a nadie más.

Desayunamos entre algunas charlas triviales cuando escuche la bocina de un auto afuera.

— Ya debo irme, adiós. — Le di un beso en la mejilla a mi padre.

— Adiós, saluda a Naya de mi parte.

Asentí y salí de la casa. Rápidamente me metí en el auto que esperaba afuera.

— ¿Me manda saludos? — Preguntó Naya divertida mientras me daba un beso en la mejilla.

— Siempre lo hace. — También sonreí y ella arrancó.

Mi padre adora a Naya, sus sentidos de humor son bastantes parecidos por los que no se demoraron en llevarse bien apenas se la presente. Es de esas amigas que si le dices a tus padres que iras a una fiesta y le dices que ella estará ahí, aceptan de inmediato.

Al aparcar en la escuela nos bajamos y enredamos nuestros brazos mientras salimos de el estacionamiento mientras ella me habla de otro de sus ligues y como fue un total desastre ya que besaba como babosa, cosa que me hace gracia. De reojo puedo ver a ese grupo tan conocido aquí en la reserva, el grupito de Sam Uley.

' 𝐋𝐎𝐕𝐄𝐋𝐘 ' | Seth ClearwaterWhere stories live. Discover now