Capítulo 3

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Me dio un escalofrío al pensar en todo lo que acabábamos de hablar. Teníamos un plan, ahora solo necesitábamos ponerlo en marcha y salvar a otras chicas en el camino.

-Leah, no deberías ponerte melancólica- me dijo Jordan en un susurro mientras me rodeaba con sus brazos.

Estábamos en una reunión clandestina en algún sótano de la ciudad con varias chicas y chicos que querían escapar del Gobierno. Algunas de ellas estaban en mi misma situación, pero otras solo querían librarse de tener que pasar una vida sometidas.

Levanté la vista y miré a mi hermano. Desde que habíamos llegado no había podido despegar la vista de una chica de ojos color miel. Se retorcía las manos, nerviosa y estaba expectante. Al parecer, ella también se había percatado de la mirada de Dan sobre su rostro y le había dedicado algunas sonrisas furtivas.

-Si le sacas una foto la podrás seguir viendo todo el día y no incomodarás a nadie- sugerí con tono cantarín y le di un codazo amistoso en las costillas.

Me miró con una sonrisa arrogante y contuvo la risa.

-Bueno, estoy un poco distraído.

Me mordí el labio inferior y contuve una carcajada. Comencé a buscar a mis amigos entre las personas. Nos habíamos separado al entrar, pero los había sentido dar algunas opiniones y reír un par de veces. Para el tema que estábamos hablando, todos estábamos bastantes relajados.

-Creo que me he dado cuenta-le di otro codazo mientras ubicaba a Logan y le dedicaba una sonrisa.

-¿La habías visto antes?

-Creo que alguna vez me la crucé en un control. Estaba muy nerviosa y me tropecé con ella, pero se mostró muy amable y me ayudó.

Jordan me dirigió una mirada significativa y luego siguió acosando a la pobre chica que se volteó para hablar con otro chico. Las mejillas de mi hermano se encendieron y bajó un poco la cabeza para taparse con su gorro.

La reunión duró un par de minutos más y, antes de irnos, hablamos un poco con los presentes. Probablemente pasaríamos mucho tiempo cerca de ellos como para resultar antipáticos.

Me acerqué a la chica de ojos miel que estaba sola en un rincón con lágrimas al borde de los párpados.

-Hola- la saludé con una sonrisa cálida.

No respondió, solo asintió con la cabeza sorbiendo la nariz y dirigiendo su mirada a otra parte.

-¿Te encuentras bien?- pero que pregunta más estúpida la mía.

-La verdad, no- respondió después de unos segundos-. E-es que esto me pone demasiado nerviosa. ¿Tú me entiendes, verdad? ¿Estás aquí porque te vas o porque acompañas a alguien?

-Lamentablemente, me voy- sinceramente estaba en una posición un tanto contradictoria. Por un lado, quería irme y vivir en libertad, pero por otro sabía que extrañaría mi casa con todos los recuerdos y comodidades que esa me traía.

-Igual yo.

No me atreví a preguntar si era porque había cometido el mismo error que yo o porque alguien muy importante para ella se iba, como Jordan estaba haciendo por mi.

Posé una mano sobre su hombro y volví a sonreírle. Esta vez ella me devolvió el gesto.

-Me llamo Leah, ¿tú?

-Riley.

-Que bonito nombre- dije al tiempo que sentía unas manos en los hombros y Edward aparecía a mi lado.

Al parecer Riley y él se conocían de antes, porque apenas se vieron iniciaron una charla amistosa. Muy entretenida, a decir verdad.

Divagué con la mirada por toda la habitación y unos ojos azules y brillantes me obligaron a detenerme de golpe.

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⏰ Última actualización: Jun 03, 2015 ⏰

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