Capítulo Dieciocho.

Start from the beginning
                                    

—No sé ni como explicar lo que me pasa contigo, Allison —soltó mientras acariciaba mi pecho y me hacía soltar un gemido sin querer, intruso por completo en esa conversación—. Me gustaría tratar de decirte que me pasa, pero ni yo lo entiendo. Nunca me he reído tanto con una persona, nunca me ha gustado tanto alguien como para querer lo mejor para ti a todo momento... por supuesto que me gustas, hay que estar loco como para no hacerlo.

Me estremecí al escuchar sus palabras y me dio miedo lo que podría decir entre líneas, sin embargo, no dejé que siguiera diciendo más. Yo había tenido lo que estaba buscando, así que lo empujé levemente sobre el colchón y él se dejó, confuso por lo que había decidido hacer a pesar de haber pedido esas palabras con insistencia.

Mi boca besó su pecho una vez más, bajando lentamente para pasar mi lengua por su ingle. Con Thomas el sexo oral era casi diario y había comenzado a odiarlo cuando todo giraba en torno a eso, pero en ese momento mi mente buscaba darle el placer a Nick que le debía. Mis manos le quitaron el cinto con experiencia y abrí la cremallera con suavidad, sin querer romper la ropa. Bajé un poco su ropa y su boxer para encontrarme con algo que no estaba preparada, pero no tenía quejas. Su erección apareció frente a mí demostrando lo ansioso que estaba por tenerme. Me sorprendió no tener que incentivarlo ni nada, claramente las palabras de Nick eran reales o su cuerpo vivía así. Lo cual dudaba.

—No tienes que...

—Cállate un rato, Nick. Quédate quieto.

Él se rió a carcajadas cuando me escuchó hablar con tanta firmeza y finalmente mi mano tomó su miembro para comenzar los movimientos tranquilos, sin dejar de mirarlo. Lo escuché quejarse, aunque lejos fue una queja de dolor, y sus ojos nunca dejaron de estar pendientes de los míos.

—Me vas a matar, Allison —lo escuché susurrar y me reí, porque eso recién había empezado.

—Y eso que recién he empezado.

Fue mi boca la que reemplazó mi mano en ese momento, porque yo también deseaba darle placer de ese modo. Nunca dejé de mirarlo, vi como se relajaba en la cama hundiendo su cabeza en la almohada. Me gustaba ver sus labios entreabiertos, sus ojos algo perdidos y una de sus manos aferradas a las sábanas. Por un momento todo lo que pasaba por mi mente era darle el placer que merecía y que le debía, aunque no era un ida y vuelta, sino más bien un deseo mío de aquello. En ningún momento me dijo que hacer, no tomó mi rostro o mi cabello de forma agresiva, sino que me dejó hacer lo que quisiera usando un poco su cuerpo para ayudar con sus movimientos y llegar al orgasmo.

Nick, incluso en el momento más masculino del sexo, seguía siendo el tipo por el que todas soñaríamos.



Salimos de la habitación porque no podíamos quedarnos más tiempo, con suerte llegué a volver a ser la misma antes del momento pasional y Nick pudo bañarse nuevamente. Yo quería seguir, pero los ruidos en el pasillo me recordaban que no podía detenerme y todavía quedaba la noche entera para nosotros. Se notaba en nosotros un brillo especial cuando aparecimos en el evento y mi tía nos miró riéndose, porque seguramente se notaba a kilómetros que había sucedido. Nick estaba bastante cariñoso y yo me dejaba porque todavía estaba encendida. Dejaba que me rodeara el cuerpo con sus manos y brazos, me besara y por un momento me pregunté si podía tirar todo el plan al carajo y quedarme con él. Pero recordé que no era posible. Cuando volviéramos a nuestro país seguiríamos siendo dos personas totalmente diferentes y yo buscaba volver con Thomas.

Hablando de Thomas, él no había dejado de mirarnos en toda la noche. Los celos se habían vuelto más reales una vez que nos mostramos realmente interesados el uno por el otro. Tal vez antes realmente parecíamos dos desconocidos, pero luego de aquel encuentro parecíamos una pareja y no me quejaba.

Yo estaba distraída pensando en los gruñidos de Nick, cuando mi tía me distrajo por completo haciéndome una pregunta de trabajo. Le expliqué algunas cosas sobre lo que estaba haciendo en mi trabajo, a qué me dedicaba y como manejaba la empresa a mi antojo. Ella me miró asombrada y su esposo me hizo algunas preguntas más. Me encantaba hablar de mi trabajo, era una pasión que no podía evitar sentir cada vez que tenía la oportunidad. Era aburrido para algunos, sobre todo al no ser tan emocionante, pero a mi me apasionaba.

—No sé si me has dejado acalorado como pollo antes de entrar a la olla o me excitas con solo escucharte hablar como mujer decidida —me susurró Nick al oído y yo lo miré sorprendida, bajando la mirada a su entrepierna, que rápidamente cubrió con el mantel de la mesa. Me empecé a reír ante eso y él me regañó con la mirada, aunque era graciosa la situación que estábamos viviendo—. Pórtate bien o no pensaré mucho mientras te subo a esta mesa y no paro hasta que grites perdón.

Mi propio cuerpo se estremeció al escucharle decir aquello, mientras la idea paseaba en mi mente. Seguramente habría algunos indignados por nuestro show, pero la pasaríamos bien. La mano de Nick estaba en mi pierna y subió disimuladamente levantándome el maldito vestido corto. La atrapé con la mía y lo miré con regaño, aunque él ni se hizo cargo.

—Pórtate bien, Nicholas.

—Deja de provocarme.

—¡Estoy hablando nada más! —dije con total inocencia.

—Hoy con eso basta.

—¡Ally, querida! —exclamó una de las damas de honor detrás de nosotros y yo pegué un saltito al escuchar su voz fuera de nuestro pequeño mundo del pecado. La mejor amiga de Lisa apareció en la escena, recordándome que yo no era la chica más bella como Nick me hacía creer. Esa mujer era preciosa, lucía como una modelo de revista y yo ahí con mi cabello castaño insignificante—. Vaya, que guapo es tu novio...

—Mi cita —le corregí y Nick se rió, pero le guiñó el ojo a la chica haciendo que lo mirara enfadada, aunque siempre en tono de broma—. ¿Cómo estás, Nessa? Tanto tiempo...

—Oh, perfecto, ya sabes. La vida de casada es mejor de lo que creía —me dijo y yo no le creí, pero asentí varias veces—. Estamos por empezar a jugar y Thomas pidió que fueras a verlo... ya sabes, la mitad de su vida es contigo y seguramente algo quiere para empezar el evento.

Cierto. Me había olvidado un poco porque estaba ahí y cual era mi misión real. Maldito Nick y sus maneras de volverme loca, por un momento me había olvidado que mi objetivo era recuperar a mi ex. No llevarme al stripper a la cama.


Quiero robarme al novio [Terminada]Where stories live. Discover now