Eren Jeager

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Eren y yo habíamos viajado Saitama, por navidad, estuvimos dos semanas allí.

Vamos de regreso a Tokio, el camino es algo largo, la noche está por caer y el va conduciendo, hay algo de neblina, vamos en carretera federal pero nos vamos topando con algún motel, gasolinera o tienda, me preocupa que se quedó dormido manejando.

-Oye amor- le llamé.

-¿Si presiosa?- me respondió, lo mire, se veía tan atractivo como siempre, su cabello estaba desordenado, con unos mechones cayendo en su nuca y frente, atado en una coleta baja, joder, es hermoso.

-Busquemos un lugar para pasar la noche- hable.

-Aún puedo seguir manejando- exclamó.

-Necesitas descansar, ya manejaste toda la tarde-.

-Pero- le interrumpí.

-Pero nada, vamos a dormir y punto- dije fingiendo molestia haciéndolo reír.

Iba mirando a la ventana hasta que encontré un lugar entre el bosque, con un letrero que decía Apto para acampar dudo que haya gente allí, pero es seguro.

-Eren mira- jale su brazo llamando su atención y señale el lugar- Ahí-.

Condujo hasta adentrarse en la zona, tal y como dije, aparentemente no había nadie solo nosotros en el coche. El tomo su celular y reviso la hora.

-Amor son las nueve- tenía razón, era temprano, pero ya estaba oscuro y mejor prevenir que algo malo pase en el camino, subió los cristales del coche- Está haciendo frío afuera- dijo, estaba concentrada viendo la luna que no me di cuenta de que me había hablado.

-_______- voltee a verlo- Te hable- río.

-Ah lo siento -sonrei y el volteo a ver la luna al igual que yo- ¿Recuerdas?, Cuando nos conocimos en la fiesta de Armin, la luna estaba asi-.

-Como no olvidarlo- tomo mi mano- Fue la mejor noche de mi vida- me besó.

Nos conocimos hace cuatro años, pero llevamos dos de novios.
Esa noche, en una fiesta organizada por Armin, justamente en el patio trasero, fue donde nos presentaron.

Seguía besándome, nos separamos lentamente, sentí un poco de su saliva en mi labio superior.

-Te amo- dijo.

-Yo te amo mas- estábamos sentados en nuestros asientos, su mano estaba en mi muslo, acariciándolo de arriba a abajo, su tacto me tranquiliza, tomo su mano con la mía, y la subo mas arriba, rozando con mi intimidad, lo miro de la forma más inocente que puedo, está confundido y lo vuelvo a besar. Nos separamos.

-Amo cuando te pones asi- susurro.

-¿Asi como?- pregunté.

-Cuando tomas la iniciativa- paso su mano desde mi cabello hasta mis hombros- Aunque siendo sincero, es mejor cuando la tomo yo- me reto mientras sonreía de lado.

-¿Ah sí?- salte a su lugar sentándome en su regazo.

-Ahm- gruño.

Siento su bulto crecer bajo mío, se exita rápido y es un punto a mi favor.

Retira mi blusa de un tirón, sus pupilas se dilatan al verme en sujetador y hunde su cabeza entre mis pechos mientras acaricia mi espalda. El espacio era tan reducido que apenas y podía moverme. Tome su rostro con mis manos y lo besé, lo separe rápidamente y dije:

-Amor, lo acabamos de hacer ayer- roce nuestras narices y tiré de su labio inferior con mis dientes.

-Y que- jadeo- Un día es un día- tomo mi trasero con sus dos manos, acercándome más a él.

Nos besábamos eufóricamente, juro que tenía parte de su saliva en las comisuras de los labios, acariciaba su cabello, despeinandolo más, sus manos se acercaban peligrosamente a el broche de mi sostén, pero lo detuve.

-Oye, tranquilo tonto- me rei mientras observaba como hacia un pequeño puchero con sus labios.

-Queria tenerlas en mi boca otra vez- frunció las cejas y volteo hacia otro lado fingiendo enojarse.

-Hey- lo tome del cuello de la camiseta- Vamos a la parte de atras- tome su menton con mis manos.

-Uh si- rio.

Salte a la parte trasera y lo veo por el retrovisor, observo que se quita la playera y me mira, el verde de sus ojos mostraba lujuria y deseo.

Se abalanza sobre mi, tirándome de lado acomodandonos en el asiento, quita mi sostén y lo bota a no sé dónde, respira mi aroma y después devora mis senos. El lugar no es tan comodo cómodo lo reconozco pero para una primera ronda está bien, saco mi shorts de licra y lo tiró hacia la parte de la cajuela. Los cristales comenzaban a empañarse un poco mientras que con mis piernas trataba de bajar su pantalón, levantó el rostro y mordió el lóbulo de mi oreja, estaba jadeando, sus dedos jugaban con el elástico de mi ropa interior y la bajo por mis piernas, sentí una brisa, avisando que esa zona había sido descubierta.

Con sus dedos recorrió desde mis muslos hasta mi mandíbula obligándose a mirarlo.

-Eres hermosa- susurro- ¿Lo sabes verdad?- solo me sonroje ante su comentario, no importa cuántas veces lo diga, me seguiré poniendo nerviosa.

Hace un camino de besos húmedos, desde mi boca hasta mi entrepierna y en cuanto menos lo espero, hunde su lengua en mi.

-Ahh- gimoteo. Levantó un poco la cabeza y logro ver sus alborotados cabello pegados a su frente por una fina capa de sudor mientras chupaba sin parar mis pliegues.

Su lengua se mueve con maestría, agrega dos de sus dedos y siento mi interior expandirse un poco. Sentía un nudo en el bajo vientre hasta que llegue al glorioso orgasmo, unas cuantas lágrimas escurrían de mis mejillas mientras el limpiaba su boca con el dorso de su mano.

Se sentó y yo le imite, ambos estábamos jadeando, sudando y tratando de controlar nuestras respiraciones. Tomo mi mano y me jalo, acercándome a su boca.

-Ahora- tomo mi cintura y me sentó de sobre el, quedando mi espalda contra su pecho- Vas a montarme, mi vida- dijo demandante.

Sentí mi corazón latir más rápido de lo normal. Entro en mi de una embestida, lo sentía muy profundo que hizo que me agarrara del asiento de enfrente mientras el movía rápidamente sus caderas para penetrarme.

Besaba mi hombro y mi cuello, susurraba cosas que por mi exitacion no lograba entender, no me contuve y me corrí, pero el aún no lo hacía. Me levanté y tuve la sensación de vacío adentro de mi, me miraba confundido mientras su erección estaba palpitante y con la punta algo roja, me acerque a esta introduciendo la en mi boca, chupándola. Escuchaba sus gemidos más fuertes de lo normal, tal vez por el eco al estar dentro del coche con todas las ventanas cerradas. Y lo masturbe hasta que se corrió en mi boca, volví a sentarme en mi lugar, en lo que el revolvía su cabello.

-Puta, me encantó- suspiro.

-Igual- respondí.

Se colocó sus pantalones y yo me coloque su playera, nos levantamos y empujamos los hacientos dónde lo hicimos hacia el frente, haciendo que se hicieran parte de la cajuela. Sacamos unas mantas, nos abrazamos y tapamos con estás, estaba a punto de quedae dormida entre sus brazos hasta que el hablo.

-Otra ¿Si?-.

One Shots -Anime x Lectora +18-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora