Harry alzó la mano y la abofeteó, haciendo que el rostro de la rubia girara con fuerza y...

—¡CORTE! —la voz de Gianna se elevó entre el resto de ruidos, deteniendo inmediatamente la escena y mirando irritada a los actores, que se estiraban ligeramente sobre sus lugares —¿Qué demonios fue eso, Styles? —regañó —Ese golpe podría haber sido mejor hecho por un aficionado, casi parece que no llevas más de una década haciendo esto. —gruñó —E Ivonne, por favor, te necesito desesperada... Tienes a dos de los hombres  más peligrosos a tu alrededor y te están torturando, no invitando a tomar el té.

Ivonne frunció el ceño hacia la pelirroja directora y le arqueó una ceja con molestia.

—El guion especifica que solo estoy llorando por...

—Sé lo que dice el guion. —la cortó con un borde duro en la voz, pero sus ojos brillando con algo parecido al cariño —Pero necesito que muestres más emoción que eso, casi parece que es un llanto falso. —se burló, miró hacia los costados y llamó a los ayudantes de guion y escenografía para que arreglaran todo para empezar la escena desde cero.

Harry, con el ceño fruncido y los ojos cansados, le dio una sonrisa de medio lado a Liam, que había vuelto a su gesto dulce y amable y conversaba tranquilamente con alguien de vestuario; el rizado caminó fuera del plano de rodaje y casi inmediatamente, fue recibido por un muy molesto Louis Tomlinson.

—Maldita sea, estás helado. —gruñó, palpando la tela de su abrigo húmedo por el clima y arrastrándolo sin mucha delicadeza a la enorme carpa que habían armado para el resto del staff.

—Gracias por señalar lo obvio, Louis. —le ladró irritado, por el frío que incomodaba su cuerpo y la molestia que todavía no había desaparecido de su garganta.

Louis ni siquiera registró lo dicho por el actor, más preocupado por el leve tono rojo que empezaba a adornar la nariz del mayor y con los recuerdos del fin de semana pasado martilleando con fuerza en su mente.

—Aquí, bebe esto. —le tendió un termo con té caliente —Ayudará un poco, espero.

Harry lo recibió con una mueca confusa en el rostro ante la pasividad de su asistente. 

Era extraño, por decir lo menos, sobre todo considerando lo furioso que se había puesto cuando a inicios de semana les habían informado que las escenas de la tortura en la cabaña – que se realizarían al aire libre, en una zona al norte de Minnesota – empezarían a rodarse esa misma semana debido a algunos conflictos de horario; el infierno bien pudo haberse regocijado en la cólera de su asistente, cuando, alegando que Harry recién salía de una fuerte gripe y exponerlo a un clima tan frío podría enfermarlo nuevamente, el equipo del actor había terminado por ignorarlo.

Louis, desde entonces, se había estado quejando durante cada oportunidad que tenía, llegando incluso a gritarle al rizado por su pasividad con el asunto y por no exigir un poco más de tiempo para que terminase de recuperarse. El "Solo serán unos días, Louis. Es mi trabajo, no seas exagerado." que había abandonado los labios de Harry durante una de las explosiones del menor, había terminado en un Louis más que molesto que no le dirigía la palabra más que para mandarlo a la mierda, durante dos días enteros.

—¿Sigues molesto? —atinó a preguntar el más alto, viendo los bonitos y angulosos pómulos de su asistente, enrojecidos por el frío y el suave gorrito de lana gruesa, cubriendo su cabello.

Louis rodó los ojos y sacó una toalla de su propio abrigo.

—Abajo. —gruñó.

Harry no necesitó que lo repitiera (realmente provocar aún más el enojo en el menor, tendría consecuencias muy negativas), por lo que se inclinó levemente para poder estar unos centímetros más bajo que Louis. Casi inmediatamente, el castaño soltó la coleta baja que le habían hecho en producción un par de horas antes, y empezó a secar los rizos estirados por la aguanieve con delicadeza y rapidez.

Hate you, love me [l.s]Where stories live. Discover now