《1》

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¿Qué llevas puesto?

La pregunta cogió a ______ de improviso.

Contempló la pantalla del ordenador con los ojos abiertos de par en par.

Rápidamente se recordó que esto era una sesión de ciber sexo, y no debía dejarse intimidar por la traviesa insinuación.

Un sofoco repentino de calor le calentó las mejillas, e inesperadamente, los dolores se agitaron desde lo más profundo de su sexo.

_______ se quedó sorprendida por haberse encendido con una simple pregunta.
En la vida real, no estaba acostumbrada a tales encuentros. "Mojigata" era lo que sus amigos y familia la llamaban, y podía vivir con ello.

Pero ahora por fin había decidido a que ya no deseaba estar enclaustrada sola en su cáscara, y se había atrevido a intentar algo nuevo.
Algo travieso y escandaloso.

Ciber sexo con un total extraño.

Después de todo, sólo era una anónima, sin cara follada. No hacía daño a nadie, ¿verdad?

¿Qué llevo?

_______ instintivamente tanteó su pijama de franela.
No sería sexy si le dijera que llevaba este tipo de cosas, ¿no?

Sonriendo, martilleó con los dedos en el teclado,

Llevo mis bragas de encaje blancas y el sujetador a juego que compré en París.

Que no era del todo mentira. Había visitado París el mes pasado en un viaje de negocios y comprado lencería atractiva de Le Bon Marché en Saint-Germain des Près.

Sólo que no había tenido agallas para ponérselo.

Los conjuntos ajustados encontraron una nueva casa en el fondo de su cajón.

Su amante cibernético, que respondía por el nombre de pantalla JB21, escribió de nuevo.

Apuesto a que estás impresionantemente sexy.

_______ casi se echó a reír.

Sexy era la última forma en que se describiría a sí misma.
Nunca se sintió sexy en su cuerpo, comparándolo con los estándares de hoy.

Si se pusiera un poco de maquillaje y se arreglase un poco, sabía que parecía presentable.

Había heredado la impecable piel y los ojos verdes brillantes del lado materno. Su sonrisa era simpática, alguien le había dicho una vez.

¿Pero sexy? Naah.

Pero ya que esto era una sesión de ciber sexo,

_______ decidió dejarse llevar.

Puedes apostar, Desearía que pudieses verme ahora mismo.

JB19 hizo una pausa antes de escribir de nuevo.

Dios, lamento no poder. Ahora, tócate. Pon tu mano en tu pecho y juega con tu pezón.

¿¿Qué??

Los ojos de _______ casi saltaron de sus órbitas.

Dime lo bien que se siente

JB19 añadió.

Puta madre. Era demasiado consciente de sí misma, nunca había estado intrigada por explorar su propia sexualidad.

Olvídate de los juguetes sexuales, era demasiado tímida para jugar consigo misma cuando se despertaban sus emociones.

Como si las palabras del desconocido llevasen magia, su propia mano viajó a su pecho y se metió bajo el sujetador de algodón. Sus pezones se apretaron al momento en que sus dedos entraron en contacto
Su corazón tronó.

Se siente genial

_______ respondió con su mano libre.

Bien. Ahora pellízcalo, hazlo rodar entre tus dedos.

_______ silbó con los dientes apretados. Hizo lo que le dijo.

Una exquisita, profunda sensación calentó su sexo, haciendo latir su coño con necesidad.

¿Cómo te sientes?

Tan malditamente bien.

Lo estamos haciendo bien, nena. Lamento no estar ahí ahora mismo, dándote placer en persona. Me encantaría tomar tus pezones en mi boca. Los chuparía hasta que perdieras el conocimiento.

______ suprimió el impulso de abanicarse.

Su dormitorio de repente se sintió muy caliente.
Podía imaginarse tener su boca en la suya, la lengua chasqueando sobre sus brotes endurecidos.

Se sentiría realmente bien.
Recordó lo que sentía cuando su ex, Jack, le hacía lo mismo.
Pero eso fue hace algunos años, y Jack no estuvo interesado en ella después de su tercera cita.
Había estado sola desde entonces.

¿Nena?

Su amante cibernético le preguntó ¿todavía estás ahí?

Ella escribió rápido.

Sí.

Buena chica. Ahora, quiero que te toques el coño. Pasa tu mano bajo las bragas y encuentra tu clítoris. Rodéalo. Imagina mi lengua haciéndote esto.

La mano de ______ temblaba cuando hizo lo que se le indicó.

Su sexo estaba pesado por el deseo, su clítoris zumbaba.
Una gota de humedad sexual rodó de su clitoris.

¿Cómo fue, nena?

Su respiración se estancó en su garganta.
Imagínate que es mi lengua, había dicho.
El dolor en su sexo se intensificó, dejándola semi delirante con el deseo frenético que palpitaba y aporreaba en cada vena de su cuerpo.

Exquisito. Realmente...

La pantalla se quedó en blanco cuando se produjo un golpe de energía.

Fuera, los truenos retumbaban a través del cielo y el chaparrón se arrojaba sobre las ventanas del dormitorio.

______ no podía creerlo.

Su suerte.

Siempre tenía mala suerte cuando se trataba de hombres y sexo.
Juró, momentáneamente no sabiendo que hacer.
Por lo general, conseguía una linterna y llamaba a la compañía eléctrica cuando se producía una subida de tensión.
_______ no tenía ganas de hacerlo ahora mismo.
Se arrastró a la cama y se metió bajo la colcha con su mano todavía en su coño, terminando lo que fue interrumpido.

Y esta vez, _______ no se sintió cohibida por ello. Por una vez en su vida, se sentía bien.




Sigo pensando que este shoot re daría para novela.
Lastima que tengo unas 40 para terminar ahre

Ciber Amante lj.bl TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora