t r e i n t a y n u e v e

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Le dijo a TaeYong que tendrían visitas y luego de recibir un "ah" por parte del mayor, fue a la cocina para comenzar a cocinar la cena.

Al terminar, se quedó recargado en la isla viendo hacia la puerta. Quería estar con su novio, pero sentía que no servía de nada si cuando llegaba, TaeYong ponía un gesto de disgusto, así que decidió quedarse ahí hasta que los Seo llegaran.

Cuando escuchó el timbre, fue directamente hacia la puerta y los recibió con una pequeña sonrisa para luego extender sus brazos y tomar a Yeri quien ya lo miraba con una sonrisa y balbuceaba como si le estuviera pidiendo a sus padres que la entregaran con el chico guapo de hoyuelos.

Fueron directamente a la sala y saludaron a TaeYong con un pequeño abrazo.

—¿Quiénes son los chicos guapos de la entrada? —preguntó Johnny sentándose frente a su amigo, quien miraba a YoonOh con el ceño fruncido.

—Es el oficial EunWoo y uno de sus hombres—dijo mirando a Yeri, ya que la pequeña lo miraba con alegría, contrario a como lo miraba su novio.

—¿Y qué hace aquí? —preguntó TaeYong.

—Cuidando que JongHyun no se acerque—respondió aún sin mirarlo.

—¿No se supone que debería de estar buscando a mi hijo? —preguntó histérico.

—Está esperando a que sus superior le dé permiso de buscar el auto en el que escaparon—respondió firme e hizo contacto visual con él—. Tienen protocolos que seguir, TaeYong.

Johnny miró a ambos con un gesto entre aterrado y preocupado y se puso de pie llamando la atención de todos.

—¿Cenamos? Muero de hambre—sobó su estómago y caminó hacia la cocina.

—YoonOh—habló Mark—. Ayúdalo si no quieres que queme la cocina—rio bajito y el menor asintió dejando a la bebé con él y yendo con el americano.

—Lo siento—YoonOh hizo una pequeña reverencia.

—Está bien, no te preocupes—palmeó su hombro—. Mejor dime, ¿cómo estás?

—Mal—musitó—. Todo esto es demasiado...

—Es completamente normal. Yo que soy padre desde hace casi un año aún me vuelvo loco, no me imagino como te sientes tú cuando llevas siéndolo un par de días.

—Me va tan mal como te puedes imaginar—rio.

—No lo creo, ¿has olvidado a Jeno en la escuela?

—No, pero perdí mi empleo.

—¿Perdiste...? —preguntó tratando de asimilarlo—. Pensé que te habían dado permiso de trabajar desde casa.

—Apesto trabajando desde casa. No me puedo concentrar porque tengo que hacer la limpieza y la comida, y cuando al fin puedo dedicarme al trabajo, Jeno quiere jugar o quiere platicar. ¿Cómo le digo que no cuando su padre no le hace caso y su hermano no está? —suspiró—. No sé cómo lo hace TaeYong.

—¿Hablas de ser un buen padre, sin descuidar la casa y su empleo? —el menor asintió—. Yo también me lo pregunto.

Luego de eso, un silencio para nada incómodo se hizo presente y se mantuvo hasta que sirvieron la comida en cuatro platos. Volvieron a la sala con sus parejas y Mark con una sonrisa les dijo que TaeYong cenaría con ellos.

—Compré éstas vitaminas para ti—sacó un frasquito con lo que parecían ser gomitas—. Son de ositos y saben a frutas—le dió el frasquito a YoonOh—. Por favor que tome dos por la mañana.

Bizarre [JaeYong]Waar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu