🌼 𝙿𝚊𝚍𝚛𝚎 🌼 [Hiatus]

🌼 14 🌼

Capitulo 14
. Dejarte atrás .

T . W: violencia.

Maratón 3/3

Se abrazo a si mismo en posición fetal, escondiendo su rostro entre sus delgadas piernas, sintiendo como la soledad era su única compañía en aquel blanquecino lugar. Al parecer estaba en el completo nada de su inconsciente.

Todo era silencio, exceptuando por el sonido de su lágrima, que recorría desde sus ojos, para pasar por su mejilla, recorrer hasta su barbilla y finalmente caer en la nada. Se escuchaba como un grifo descompuesto que goteaba.

Su largo cabello platino, tan semejante al color de lo que le rodeaba, le abrigaba su delgada y demacrada espalda.

Detrás de él apareció de la nada un hombre, de alta estatura y de figura extraña, con una profunda y escabrosa voz  que a veces llegaba a asustarle, pero siempre le terminaba reconfortando.

Este al ver al chico llorar en silencio, no dudo en acercarse, arrodillándose una vez estuvo frente del menor.

—¿Estás llorando de nuevo mi pequeño?— le pregunto con preocupación en su voz
—dejame verte corazón, por favor— pidió suavemente 

El peliblanco levantó su rostro dejando ver el cansancio y dolor en su máxima expresión en el, el contrario por su parte le miro afligido.

—Ya no llores cariño— pidió acariciando su mejilla con suavidad —todo mejorará, lograrás salir de ahí...— intento animarlo brindándole un leve sonrisa —ya todo pasará corazón...—

Con suavidad el hombre desconocido lo atrajo hacia él, envolviendo al peliblanco en un cálido y suave abrazo, el contrario con sus brazos temblorosos correspondió al afecto.

Después de unos minutos se separaron, el mayor de los dos comenzó a peinar el cabello del menor con sus dedos, tratando de desenredarlo un poco,  por otro lado este último miraba a la nada -literalmente-.

—¿Hay un lugar para mí?— pregunto de repente, llamando la atención del contrario —¿Tengo un lado al que volver?— interrogó nuevamente volteando a ver al hombre

—Yo... Realmente no lo sé— contestó sincero parando su acción —¿No recuerdas que hacías antes de todo?— el chico negó con la cabeza —¿Enserio?, ¿No recuerdas dónde vivías, si trabajabas o tenías familia?¿Nada de eso?—

El chico se quedó callado pensando. Recordaba su nombre y parte de su vida, también a alguien que al mismo tiempo no recordaba, tal vez este último era propio de su imaginación.

No recordaba casi nada desde aquel día que despertó con un vendaje en su cabeza.

—No recuerdo muchas cosas...— contestó viendo sus dañadas manos —¿Hay un lugar donde padre no esté?— interrogó, el hombre se quedó callado —un lugar donde pueda ir y él no me encuentre, ¿Lo hay?—