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en donde kamado sumiyoshi, un omega divorciado y con un hijo, conoce a tsugikuni yoriichi, un alfa que parece de lo más aterrador pero en realidad es... un poco torpe.
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♡. fanfic bl de kimetsu no yaiba ! cré...
—me la regaló michikatsu de cumpleaños, pero nunca la había usado —explica riendo cuando tanjirou lleva sus manitas a su rostro, tocando su nariz.
cumpleaños, no sabían cuándo cumplían años.
—yoriichi, ¿cuándo es tu cumpleaños?
¿fue extraño preguntar? ya llevan algo de tiempo conviviendo juntos.
—el treinta de diciembre —dice tranquilo—. falta mucho tiempo.
sumiyoshi suelta una risa, porque tiene razón; apenas son mediados de marzo.
—¿y tú? solo sé que tanjirou nació el catorce de julio, pero nunca supe la fecha de su cumpleaños.
¿qué tenía yoriichi en su voz que lo hacía sonar tan elegante y respetuoso? era increíble.
—yo nací el diecinueve de agosto —dice, tomando la cámara y ahora apuntando al alfa y bebé—. no quedaría mal una foto con tanjirou en nuestro futuro álbum, ¿cierto?
yoriichi sonríe, listo para la foto al igual que tanjirou.
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la semana pasó rápido, últimamente sentían que el tiempo se les iba de las manos, pero no les molestaba al ver el rostro del contrario cada mañana.
el sábado por la mañana yoriichi es el primero en abrir los ojos, siendo sumiyoshi la primera persona a la que ve.
durmieron en la misma cama, con tanjirou en medio.
no piensen mal, ¡por favor!
simplemente se habían quedado dormidos hablando, riendo y bromeando como adolescentes enamorados. las fotografías iban cada vez en aumento, los recuerdos imborrables ahora podían ser materiales y la cercanía cada vez avanzaba más.
pero había algo que le preocupaba a yoriichi, y quería hablar con sumiyoshi para no provocar algún problema a la maravillosa convivencia que mantenían.
con cuidado y precaución, se levantó de la cama y caminó fuera, parando en el marco para observar antes al omega durmiendo tan tranquilo.
su lobo se sentía tan feliz con la sola presencia del contrario.
sin distraerse más, caminó hacia la cocina para comenzar a hacer el almuerzo.
al cabo de unos cortos minutos, sumiyoshi despertó con el suave movimiento en su rostro.
—hmg... ¿yoriichi...? —pregunta al aire, esperando la voz del alfa.
—aba, ba na o papá.
ese no sonaba como yoriichi.
—¿huh...?
antes de preveerlo, tanjirou pega su manita en la frente de su padre.
—¡ay! —grita, levantándose por la repentina acción. claro, no le dolió, pero se sorprendió mucho—. ¡tanji, no me despiertes así!
