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en donde kamado sumiyoshi, un omega divorciado y con un hijo, conoce a tsugikuni yoriichi, un alfa que parece de lo más aterrador pero en realidad es... un poco torpe.
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♡. fanfic bl de kimetsu no yaiba ! cré...
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—tanjirou, aquí no puedes llorar mucho, ¿entendido?
—¡baa, baa!
—muchas gracias, hijo, ¡eres muy inteligente!
sumiyoshi parecía entablar una conversación seria con tanjirou. estaban en la habitación de invitados, el padre poniéndole una pijama al pequeño mientras le explicaba.
—aquí no puedes gatear de un lado a otro sin cuidado, yoriichi-san es muy alto y quizá no te vea. ¿qué pasa si te pisa? —le pregunta, viéndolo a los ojos.
—boo, ¡pa!
—exacto, lloras —sigue poniéndose su pantalón, volteando un momento para ver la bolsa donde estaba el biberón—. vamos por algo de le... ¿tanjirou?
¡se había volteado muy poco tiempo! ahora tanjirou parecía haber desaparecido.
—¡tanjirou! —comenzó a buscarlo debajo de la cama, al rededor del cuarto, ¡¿cómo era posible que se hubiera ido tan rápido?!
yoriichi estaba en la cocina, preparando algo para cenar. escuchó a la lejanía cómo sumiyoshi salía de su cuarto llamando a tanjirou.
estaba buscando a tanjirou, ¿un bebé perdido?
por instinto y sin poder controlarse, salió algo preocupado. vio a sumiyoshi bajar las escaleras con prisa y viendo al rededor, principalmente el suelo.
—¿sumiyoshi?
—¡yoriichi-san! —corrió hacia él, tomando su brazo—. ¡tanjirou salió del cuarto! me volteé un segundo, ¡y desapareció!
—¿desapareció? —preguntó incrédulo, sosteniendo a sumiyoshi.
por la situación, parecía no importarles la cercanía en la que estaban, o cómo sus corazones latían al mismo tiempo.
—¡estábamos en el cuarto! —dijo, yendo a la cocina y buscando en todo espacio posible.
yoriichi no se quedó atrás, comenzó a subir las escaleras buscando algún indicio de que tanjirou hubiera pasado por ahí. buscó en el baño, el cuarto donde estaba sumiyoshi, el pasillo, las escaleras, pero nada.
quedaba su cuarto, que sonaba imposible porque la puerta estaba cerrada.
aun así, entró, prendiendo la luz.
—¡pa!
ahi estaba tanjirou, en el medio de la cama. ¿cómo había subido?
—hola, tanjirou.
el pequeño bebé aplaudió, como si elogiara la destreza dle alfa, aunque solo haya abierto la puerta.
caminó hacia él, cargándolo y dirigiéndose escaleras abajo.
